Cuando Gedeón oyó el relato del sueño y su interpretación, se inclinó y adoró. Volvió al campamento de Israel, y dijo: "Levántense, porque el SEÑOR ha entregado en manos de ustedes el campamento de Madián." (Judges 7:15)

Y dividió los 300 hombres en tres compañías, y puso trompetas y cántaros vacíos en las manos de todos ellos, con antorchas dentro de los cántaros. (Judges 7:16)

Mírenme," les dijo, "y hagan lo mismo que yo. Y cuando yo llegue a las afueras del campamento, como yo haga, así harán ustedes. (Judges 7:17)

Gedeón llegó con los 100 hombres que estaban con él a las afueras del campamento, al principio de la guardia de medianoche, cuando apenas habían apostado la guardia. Entonces tocaron las trompetas y rompieron los cántaros que tenían en las manos. (Judges 7:19)

Cuando las tres compañías tocaron las trompetas, rompieron los cántaros, y sosteniendo las antorchas en la mano izquierda y las trompetas en la mano derecha para tocarlas, gritaron: "¡La espada del SEÑOR y de Gedeón!" (Judges 7:20)

Cada uno se mantuvo en su lugar alrededor del campamento; y todo el ejército de los Madianitas echó a correr gritando mientras huían. (Judges 7:21)