Nueva Biblia Latinoamericana
El torrente Cisón los barrió, El antiguo torrente, el torrente Cisón. Marcha, alma mía con poder. (Judges 5:21)
Entonces resonaron los cascos de los caballos Por el galopar, el galopar de sus valientes corceles. (Judges 5:22)
Maldigan a Meroz,' dijo el ángel del SEÑOR, 'maldigan, maldigan a sus moradores; Porque no vinieron en ayuda del SEÑOR, En ayuda del SEÑOR contra los guerreros.' (Judges 5:23)
Bendita entre las mujeres es Jael, Mujer de Heber el Quenita; Bendita sea entre las mujeres de la tienda.
El pidió agua, y ella le dio leche. En taza de nobles le trajo cuajada. (Judges 5:25)
Extendió ella la mano hacia la estaca de la tienda, Y su diestra hacia el martillo de trabajadores. Entonces golpeó a Sísara, desbarató su cabeza. Destruyó y perforó sus sienes. (Judges 5:26)
A sus pies él se encorvó, cayó, quedó tendido; A sus pies se encorvó y cayó. Donde se encorvó, allí quedó muerto. (Judges 5:27)

Other publications related to "Judges 5:24":

Dr. Roberto Miranda
Water of life and water of death
A discussion of the delicate balance of being a Christian in a world that often intimidates and tries to bribe us into compromising our values, using the story of King Jehoshaphat from the Bible.


Dr. Roberto Miranda
A clamor at the level of red hot
In this meditation, Dr. Roberto Miranda reflects on the story of a widow who approached the prophet Elisha with urgent need and the importance of presenting our needs to God with passion and specificity.


Judges 5:24 - Cross Reference

Denle el fruto de sus manos, Y que sus obras la alaben en las puertas de la ciudad. (Proverbs 31:31)
y exclamó a gran voz: "¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! (Luke 1:42)
Pero Sísara huyó a pie a la tienda de Jael, mujer de Heber el Quenita. Porque había paz entre Jabín, rey de Hazor, y la casa de Heber el Quenita. (Judges 4:17)
El lo bendijo, diciendo: "Bendito sea Abram del Dios Altísimo, Creador (Dueño) del cielo y de la tierra; (Genesis 14:19)
Y entrando el ángel, le dijo: "¡Salve, muy favorecida! El Señor está (sea) contigo; bendita eres tú entre las mujeres." (Luke 1:28)