Y Judá tomó a Gaza con su territorio, a Ascalón con su territorio y a Ecrón con su territorio.
(Judges 1:18)
El SEÑOR estaba con Judá, que tomó posesión de la región montañosa. Pero Judá no pudo expulsar a los habitantes del valle porque éstos tenían carros de hierro.
(Judges 1:19)
Entonces dieron Hebrón a Caleb, como Moisés había prometido. Y él expulsó de allí a los tres hijos de Anac.
(Judges 1:20)
Pero los hijos de Benjamín no expulsaron a los Jebuseos que vivían en Jerusalén. Así que los Jebuseos han vivido con los Benjamitas en Jerusalén hasta el día de hoy.
De igual manera la casa de José subió contra Betel (Casa de Dios); y el SEÑOR estaba con ellos.
(Judges 1:22)
Y la casa de José envió espías a Betel (el nombre de la ciudad antes era Luz).
(Judges 1:23)
Y los espías vieron a un hombre que salía de la ciudad y le dijeron: "Te rogamos que nos muestres la entrada de la ciudad y te trataremos con misericordia."
(Judges 1:24)
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Pero a los Jebuseos, habitantes de Jerusalén, los hijos de Judá no pudieron expulsarlos; por tanto, los Jebuseos habitan hasta hoy en Jerusalén con los hijos de Judá.
(Joshua 15:63)
Pero el hombre no quiso pasar la noche, así que se levantó y partió, y fue hasta un lugar frente a Jebús, es decir, Jerusalén (Ciudad de Paz). Y estaban con él un par de asnos aparejados; también con él estaba su concubina.
(Judges 19:10)
Entonces los hijos de Judá pelearon contra Jerusalén y la tomaron, pasaron a filo de espada a sus habitantes y prendieron fuego a la ciudad.
(Judges 1:8)
Salió la suerte de la tribu de los hijos de Benjamín conforme a sus familias, y el territorio de su suerte estaba entre la tribu de Judá y la tribu de José.
(Joshua 18:11)
Y el rey y sus hombres fueron a Jerusalén para atacar a los Jebuseos, los habitantes de la tierra. Los Jebuseos le dijeron a David: "Usted no entrará aquí; aun los ciegos y los cojos lo rechazarán"; pues pensaban: "David no puede entrar aquí."
(2 Samuel 5:6)