Nueva Biblia Latinoamericana
les dijo: "Fijen en su corazón todas las palabras con que les advierto hoy: ordenarán a sus hijos que obedezcan cuidadosamente todas las palabras de esta ley. (Deuteronomy 32:46)
Porque no es palabra inútil para ustedes; ciertamente es su vida. Por esta palabra prolongarán sus días en la tierra adonde ustedes van, cruzando el Jordán a fin de poseerla." (Deuteronomy 32:47)
En aquel mismo día, el SEÑOR le dijo a Moisés: (Deuteronomy 32:48)
Sube a estos montes de Abarim, al Monte Nebo, que está en la tierra de Moab frente a Jericó, y mira hacia la tierra de Canaán, la cual doy en posesión a los Israelitas.
Morirás en el monte al cual subes, y serás reunido a tu pueblo, así como tu hermano Aarón murió sobre el Monte Hor, y fue reunido a su pueblo; (Deuteronomy 32:50)
porque ustedes Me fueron infieles en medio de los Israelitas en las aguas de Meriba de Cades, en el desierto de Zin, porque no Me santificaron en medio de los Israelitas. (Deuteronomy 32:51)
Por tanto, sólo de lejos verás la tierra, pero no entrarás allí, a la tierra que doy a los Israelitas." (Deuteronomy 32:52)

Other publications related to "Deuteronomy 32:49":

Faustino de Jesús Zamora Vargas
Give me that mountain!
An article about Calebs example of loyalty, integrity, and perseverance in asking God for his inheritance and conquering the mountains of Hebron, and how it serves as inspiration for Christians to ask God for their mountain and conquer it with His help.


Dr. Roberto Miranda
We have never been this way before
A sermon on Joshua 3:1-17 and the importance of trusting in Gods guidance and following the Holy Spirit in times of new beginnings. The speaker emphasizes the need for rest, reflection, and flexibility, and the importance of sanctification and consecration in every aspect of our lives.


Deuteronomy 32:49 - Cross Reference

Salieron de Almón Diblataim y acamparon en los montes de Abarim, frente a Nebo. (Numbers 33:47)
Y subió Moisés desde la llanura de Moab al Monte Nebo, a la cumbre del Pisga, que está frente a Jericó, y el SEÑOR le mostró toda la tierra: Galaad hasta Dan, (Deuteronomy 34:1)
Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: "Sube a este Monte Abarim, y mira la tierra que Yo he dado a los Israelitas. (Numbers 27:12)
Porque sabemos que si la tienda terrenal que es nuestra morada, es destruida, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha por manos, eterna en los cielos. (2 Corinthians 5:1)
Tus ojos contemplarán al Rey en Su hermosura, Verán una tierra muy lejana. (Isaiah 33:17)