Cuando siegues tu cosecha en tu campo y olvides alguna gavilla en el campo, no regresarás a recogerla; será para el extranjero, para el huérfano y para la viuda, para que el SEÑOR tu Dios te bendiga en toda obra de tus manos.
(Deuteronomy 24:19)
Cuando sacudas tus olivos, no recorrerás las ramas que hayas dejado tras de ti, serán para el extranjero, para el huérfano y para la viuda.
(Deuteronomy 24:20)
Cuando vendimies tu viña, no la repasarás; será para el extranjero, para el huérfano y para la viuda.
(Deuteronomy 24:21)
Recordarás que tú fuiste esclavo en la tierra de Egipto; por tanto, yo te mando que hagas estas cosas.
Si hay pleito entre dos hombres y van a la corte, y los jueces deciden el caso, y absuelven al justo y condenan al culpable,
(Deuteronomy 25:1)
y si el culpable merece ser azotado, entonces el juez le hará tenderse, y será azotado en su presencia con el número de azotes de acuerdo con su culpa.
(Deuteronomy 25:2)
Puede darle cuarenta azotes, pero no más, no sea que le dé muchos más azotes que éstos, y tu hermano quede degradado ante tus ojos.
(Deuteronomy 25:3)
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sino que recordarás que fuiste esclavo en Egipto y que el SEÑOR tu Dios te rescató de allí; por tanto, yo te mando que hagas esto.
(Deuteronomy 24:18)
mas porque el SEÑOR los amó y guardó el juramento que hizo a sus padres (antepasados), el SEÑOR los sacó con mano fuerte y los redimió de casa de servidumbre (de esclavos), de la mano de Faraón, rey de Egipto.
(Deuteronomy 7:8)
Escúchenme, ustedes que siguen la justicia, Los que buscan al SEÑOR. Miren la roca de donde fueron tallados, Y la cantera de donde fueron extraídos.
(Isaiah 51:1)
No digo esto como un mandamiento, sino para probar, por la solicitud de otros, también la sinceridad del amor de ustedes.
(2 Corinthians 8:8)
En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que El nos amó a nosotros y envió a Su Hijo como propiciación por nuestros pecados.
(1 John 4:10)
Sean, pues, imitadores de Dios como hijos amados;
(Ephesians 5:1)
mas el séptimo día es día de reposo para el SEÑOR tu Dios; no harás en él ningún trabajo, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ninguno de tus animales, ni el extranjero que está contigo, para que tu siervo y tu sierva también descansen como tú.
(Deuteronomy 5:14)