para que no profane a su descendencia entre su pueblo; porque Yo soy el SEÑOR que lo santifico.'"
(Leviticus 21:15)
Entonces el SEÑOR habló a Moisés:
(Leviticus 21:16)
Dile a Aarón: 'Ningún hombre de tu descendencia, por todas sus generaciones, que tenga algún defecto, se acercará para ofrecer el alimento de su Dios.
(Leviticus 21:17)
Porque ninguno que tenga defecto se acercará: ni ciego, ni cojo, ni uno que tenga el rostro desfigurado, o extremidad deformada,
ni hombre que tenga pie quebrado o mano quebrada,
(Leviticus 21:19)
ni jorobado, ni enano, ni uno que tenga defecto en un ojo, o sarna, o postillas, ni castrado.
(Leviticus 21:20)
Ningún hombre de la descendencia del sacerdote Aarón que tenga defecto se acercará para ofrecer las ofrendas encendidas del SEÑOR; porque tiene defecto no se acercará para ofrecer el alimento de su Dios.
(Leviticus 21:21)
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Leviticus 21:18 - Cross Reference
¡Ciegos! Porque ¿qué es más importante: la ofrenda, o el altar que santifica la ofrenda?
(Matthew 23:19)
para que les sea aceptada, ésta debe ser macho sin defecto del ganado, de los corderos o de las cabras.
(Leviticus 22:19)
Los centinelas de Israel son ciegos, Ninguno sabe nada. Todos son perros mudos que no pueden ladrar, Soñadores acostados, amigos de dormir;
(Isaiah 56:10)
¡Ay de ustedes, guías ciegos! Porque dicen: 'No es nada si alguien jura por el templo; pero el que jura por el oro del templo, contrae obligación.'
(Matthew 23:16)
Un obispo debe ser, pues, irreprochable, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, de conducta decorosa, hospitalario, apto para enseñar,
(1 Timothy 3:2)
Debe gozar también de una buena reputación entre los de afuera de la iglesia , para que no caiga en descrédito y en el lazo del diablo.
(1 Timothy 3:7)
Porque el obispo (supervisor) debe ser irreprensible como administrador de Dios, no obstinado, no iracundo, no dado a la bebida, no pendenciero, no amante de ganancias deshonestas.
(Titus 1:7)
Porque hay muchos rebeldes, habladores vanos y engañadores, especialmente los de la circuncisión (Judíos convertidos),
(Titus 1:10)