Nueva Biblia Latinoamericana
Porque la vida de la carne está en la sangre, y Yo se la he dado a ustedes sobre el altar para hacer expiación por sus almas. Porque es la sangre, por razón de la vida, la que hace expiación.' (Leviticus 17:11)
Por tanto dije a los Israelitas: 'Ninguna persona entre ustedes comerá sangre; tampoco comerá sangre ningún extranjero que reside entre ustedes.' (Leviticus 17:12)
Y cuando algún hombre de los Israelitas o de los extranjeros que residen entre ellos, que al cazar capture un animal o un ave que sea permitido comer, derramará su sangre y la cubrirá con tierra. (Leviticus 17:13)
Porque la vida de toda carne es su sangre. Por tanto, dije a los Israelitas: 'No comerán la sangre de ninguna carne, porque la vida de toda carne es su sangre; cualquiera que la coma será exterminado.'
Y cuando alguna persona, sea nativo o extranjero, coma de un animal muerto, o que haya sido despedazado por fieras , lavará sus vestidos y se bañará en agua, y quedará inmundo hasta el atardecer; entonces quedará limpio. (Leviticus 17:15)
Pero si no los lava o no baña su cuerpo, llevará su culpa." (Leviticus 17:16)
El SEÑOR también dijo a Moisés: (Leviticus 18:1)

Other publications related to "Leviticus 17:14":

Richard Booker
The blood of the everlasting covenant
Explore the concept of Blood Covenant in the Scriptures and how it relates to the death and resurrection of Jesus Christ. Learn about the steps involved in the ritual and how it offers us access to Gods resources and properties.


Richard Booker
The blood of the everlasting covenant
The importance of blood covenant in the Bible and its relevance to Christianity


Leviticus 17:14 - Cross Reference

Porque la vida de la carne está en la sangre, y Yo se la he dado a ustedes sobre el altar para hacer expiación por sus almas. Porque es la sangre, por razón de la vida, la que hace expiación.' (Leviticus 17:11)
Sólo cuídate de no comer la sangre, porque la sangre es la vida, y no comerás la vida con la carne. (Deuteronomy 12:23)
Pero carne con su vida, es decir, con su sangre, no comerán. (Genesis 9:4)