Nueva Biblia Latinoamericana
Otro ángel vino y se paró ante el altar con un incensario de oro, y se le dio mucho incienso para que lo añadiera a las oraciones de todos los santos sobre el altar de oro que estaba delante del trono. (Revelation 8:3)
De la mano del ángel subió ante Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos. (Revelation 8:4)
Después el ángel tomó el incensario, lo llenó con el fuego del altar y lo arrojó a la tierra, y hubo truenos, ruidos, relámpagos, y un terremoto. (Revelation 8:5)
Entonces los siete ángeles que tenían las siete trompetas se prepararon para tocarlas.
El primero tocó la trompeta, y vino granizo y fuego mezclados con sangre, y fueron arrojados a la tierra. Se quemó la tercera parte de la tierra, la tercera parte de los árboles y toda hierba verde. (Revelation 8:7)
El segundo ángel tocó la trompeta, y algo como una gran montaña ardiendo en llamas fue arrojado al mar, y la tercera parte del mar se convirtió en sangre. (Revelation 8:8)
Y murió la tercera parte de los seres que estaban en el mar y que tenían vida. Y la tercera parte de los barcos fue destruida. (Revelation 8:9)

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