Sean sobrios, como conviene, y dejen de pecar; porque algunos no tienen conocimiento de Dios. Para vergüenza de ustedes lo digo.
(1 Corinthians 15:34)
Pero alguien dirá: "¿Cómo resucitan los muertos? ¿Y con qué clase de cuerpo vienen?"
(1 Corinthians 15:35)
¡Necio! Lo que tú siembras no llega a tener vida si antes no muere.
(1 Corinthians 15:36)
Y lo que siembras, no siembras el cuerpo que nacerá, sino el grano desnudo, quizás de trigo o de alguna otra especie.
Pero Dios le da un cuerpo como El quiso, y a cada semilla su propio cuerpo.
(1 Corinthians 15:38)
No toda carne es la misma carne, sino que una es la de los hombres, otra la de las bestias, otra la de las aves y otra la de los peces.
(1 Corinthians 15:39)
Hay, asimismo, cuerpos celestiales y cuerpos terrestres, pero la gloria del celestial es una, y la del terrestre es otra.
(1 Corinthians 15:40)
