Por tanto, en Cristo Jesús he hallado razón para gloriarme en las cosas que se refieren a Dios.
(Romans 15:17)
Porque no me atreveré a hablar de nada sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los Gentiles, en palabra y en obra,
(Romans 15:18)
con el poder de señales (milagros) y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios, De manera que desde Jerusalén (Ciudad de Paz) y por los alrededores hasta el Ilírico he predicado en toda su plenitud el evangelio de Cristo.
(Romans 15:19)
De esta manera me esforcé en anunciar el evangelio, no donde Cristo ya era conocido, para no edificar sobre el fundamento de otro;
sino como está escrito: "AQUELLOS A QUIENES NUNCA LES FUE ANUNCIADO ACERCA DE EL, VERAN, Y LOS QUE NO HAN OIDO, ENTENDERAN."
(Romans 15:21)
Por esta razón muchas veces me he visto impedido de ir a ustedes.
(Romans 15:22)
Pero ahora, no quedando ya más lugares para mí en estas regiones, y puesto que por muchos años he tenido un gran deseo de ir a ustedes,
(Romans 15:23)
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Pero nosotros no nos gloriaremos desmedidamente, sino dentro de la medida de la esfera que Dios nos señaló como límite (medida) para llegar también hasta ustedes.
(2 Corinthians 10:13)
Porque nosotros somos colaboradores en la labor de Dios, y ustedes son el campo de cultivo de Dios, el edificio de Dios.
(1 Corinthians 3:9)
Están edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular,
(Ephesians 2:20)