Nueva Biblia Latinoamericana
Cuando vimos la isla de Chipre, dejándola a la izquierda, navegamos hacia Siria, y desembarcamos en Tiro porque la nave debía dejar allí su cargamento. (Acts 21:3)
Después de hallar a los discípulos, nos quedamos allí siete días, y ellos le decían a Pablo, por el Espíritu, que no fuera a Jerusalén. (Acts 21:4)
Pasados aquellos días partimos y emprendimos nuestro viaje mientras que todos ellos, con sus mujeres e hijos, nos acompañaron hasta las afueras de la ciudad. Después de arrodillarnos y orar en la playa, nos despedimos unos de otros. (Acts 21:5)
Entonces subimos al barco y ellos regresaron a sus hogares.
Terminado el viaje desde Tiro, llegamos a Tolemaida, y después de saludar a los hermanos, nos quedamos con ellos un día. (Acts 21:7)
Al día siguiente partimos y llegamos a Cesarea, y entrando en la casa de Felipe, el evangelista, que era uno de los siete (diáconos), nos quedamos con él. (Acts 21:8)
Este tenía cuatro hijas vírgenes que profetizaban. (Acts 21:9)

Other publications related to "Acts 21:6":

Dr. Roberto Miranda
Paul's evangelistic strategy
In this article, Dr. Roberto Miranda discusses Pauls evangelistic strategy and his preaching in the synagogue. The article highlights the importance of knowing Gods word, having a repentant heart, and choosing Christ. It also talks about the goal of building an evangelistic congregation to bless the community.


Dr. Roberto Miranda
We must bear witness to our God anywhere
Dr. Roberto Miranda discusses the importance of remaining faithful and bearing witness to God, even in times of difficulty and pain.


Acts 21:6 - Cross Reference

Y cada uno se fue a su casa. (John 7:53)
no tuve reposo en mi espíritu al no encontrar a Tito, mi hermano. Despidiéndome, pues, de ellos, salí para Macedonia. (2 Corinthians 2:13)
A lo Suyo vino, y los Suyos no Lo recibieron. (John 1:11)
Después dijo al discípulo: "¡Ahí está tu madre!" Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su propia casa . (John 19:27)
Miren, la hora viene, y ya ha llegado, en que serán esparcidos, cada uno por su lado, y Me dejarán solo; y sin embargo no estoy solo, porque el Padre está conmigo. (John 16:32)