Nueva Biblia Latinoamericana
Y ellos dijeron: "A Cornelio el centurión (un capitán Romano), un hombre justo y temeroso de Dios, y que es muy estimado por toda la nación de los Judíos, le fue ordenado (revelado) por un santo ángel que hiciera venir a usted a su casa para oír sus palabras." (Acts 10:22)
Entonces Pedro los invitó a entrar y los hospedó. Al día siguiente se levantó y fue con ellos, y algunos de los hermanos de Jope lo acompañaron. (Acts 10:23)
Al otro día entró en Cesarea. Cornelio los estaba esperando y había reunido a sus parientes y amigos íntimos. (Acts 10:24)
Cuando Pedro iba a entrar, Cornelio salió a recibirlo, y postrándose a sus pies, lo adoró.
Pero Pedro lo levantó, diciendo: "Ponte de pie; yo también soy hombre." (Acts 10:26)
Conversando con él, entró y halló mucha gente reunida. (Acts 10:27)
Entonces Pedro les dijo: "Ustedes saben que no es lícito para un Judío asociarse con un extranjero o visitarlo, pero Dios me ha mostrado que a ningún hombre debo llamar impuro o inmundo. (Acts 10:28)

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Acts 10:25 - Cross Reference

Y se acercó un leproso y se postró ante El, diciendo: "Señor, si quieres, puedes limpiarme." (Matthew 8:2)
Entonces los que estaban en la barca Lo adoraron, diciendo: "En verdad eres Hijo de Dios." (Matthew 14:33)
Yo, Juan, soy el que oyó y vio estas cosas. Y cuando oí y vi, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostró estas cosas. (Revelation 22:8)
Entonces el rey Nabucodonosor cayó sobre su rostro, se postró ante Daniel, y ordenó que le ofrecieran presentes e incienso. (Daniel 2:46)
Entonces caí a sus pies para adorarlo. Y me dijo: "No hagas eso. Yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos que poseen el testimonio de Jesús; adora a Dios. El testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía." (Revelation 19:10)
Cuando la multitud vio lo que Pablo había hecho, alzaron la voz, diciendo en el idioma de Licaonia: "Los dioses se han hecho semejantes a hombres y han descendido a nosotros." (Acts 14:11)
En cuanto a mí, me ha sido revelado este misterio, no porque yo tenga más sabiduría que cualquier otro viviente, sino con el fin de dar a conocer al rey la interpretación, y para que usted entienda los pensamientos de su corazón. (Daniel 2:30)