Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces Pedro le contestó: "Que tu plata perezca contigo, porque pensaste que podías obtener el don de Dios con dinero. (Acts 8:20)
No tienes parte ni suerte en este asunto (esta enseñanza), porque tu corazón no es recto delante de Dios. (Acts 8:21)
Por tanto, arrepiéntete de esta tu maldad, y ruega al Señor que si es posible se te perdone el intento de tu corazón. (Acts 8:22)
Porque veo que estás en hiel de amargura y en cadena de iniquidad."
Pero Simón respondió: "Rueguen ustedes al Señor por mí, para que no me sobrevenga nada de lo que han dicho." (Acts 8:24)
Y ellos, después de haber testificado solemnemente y hablado la palabra del Señor, iniciaron el regreso a Jerusalén anunciando el evangelio (las buenas nuevas) en muchas aldeas de los Samaritanos. (Acts 8:25)
Un ángel del Señor le dijo a Felipe: "Levántate y ve hacia el sur, al camino que desciende de Jerusalén a Gaza." Este es un camino desierto. (Acts 8:26)

Other publications related to "Acts 8:23":

Dr. Roberto Miranda
Change thought patterns
Discussion on the story of Simon the Magician in Acts 8:9-25 and the need for transformation and discipleship in the Christian faith.


Dr. Roberto Miranda
Deliver us from evil and lead us not into temptation
In Acts 5, the story of Ananias and Sapphira shows the humanity and imperfections in Christian communities and the need to be watchful against the enemys attempts to harm. The reading emphasizes the power of God to deliver and protect his own, the importance of actions, thoughts, and words, and the new wave of persecution. Christians must ask God to deliver them from evil and temptation and put on the armor of God to protect themselves from the devils schemes. The grace of the Lord is with us, and we should give glory to his name in everything we do.


Acts 8:23 - Cross Reference

Porque la vid de ellos es de la vid de Sodoma Y de los campos de Gomorra; Sus uvas son uvas venenosas, Sus racimos, amargos. (Deuteronomy 32:32)
Y ahora, no continúen ustedes como insolentes, No sea que se hagan más fuertes sus grillos, Pues de parte del Señor, DIOS de los ejércitos, he oído De una destrucción decretada sobre la tierra. (Isaiah 28:22)
Pero gracias a Dios, que aunque ustedes eran esclavos del pecado, se hicieron obedientes de corazón a aquella forma de doctrina a la que fueron entregados, (Romans 6:17)
Cuídense de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios; de que ninguna raíz de amargura, brotando, cause dificultades y por ella muchos sean contaminados. (Hebrews 12:15)
Porque Dios no perdonó a los ángeles cuando pecaron, sino que los arrojó al infierno y los entregó a fosos de tinieblas, reservados para juicio. (2 Peter 2:4)
De sus propias iniquidades será presa el impío, Y en los lazos de su pecado quedará atrapado. (Proverbs 5:22)
¿No es éste el ayuno que Yo escogí: Desatar las ligaduras de impiedad, Soltar las coyundas del yugo, Dejar ir libres a los oprimidos, Y romper todo yugo? (Isaiah 58:6)
no sea que haya entre ustedes hombre o mujer, familia o tribu, cuyo corazón se aleje hoy del SEÑOR nuestro Dios para ir y servir a los dioses de aquellas naciones; no sea que haya entre ustedes una raíz que produzca fruto venenoso y ajenjo. (Deuteronomy 29:18)
Les prometen libertad, mientras que ellos mismos son esclavos de la corrupción, pues uno es esclavo de aquello que lo ha vencido. (2 Peter 2:19)
Por tanto, así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: "Yo daré de comer ajenjo a este pueblo y le daré a beber agua envenenada. (Jeremiah 9:15)
Porque nosotros también en otro tiempo éramos necios, desobedientes, extraviados, esclavos de deleites y placeres diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles y odiándonos unos a otros. (Titus 3:3)
Con todo la comida en sus entrañas se transforma En veneno de cobras dentro de él. (Job 20:14)
¡Ah, SEÑOR! Ciertamente yo soy Tu siervo, Siervo Tuyo soy, hijo de Tu sierva; Tú desataste mis ataduras. (Psalm 116:16)
Jesús les respondió: "En verdad les digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecado; (John 8:34)
Acuérdate de mi aflicción y de mi vagar, Del ajenjo y de la amargura. (Lamentations 3:19)
Me ha sitiado y rodeado De amargura y de fatiga. (Lamentations 3:5)
Tu comportamiento y tus acciones Te han traído estas cosas. Esta es tu maldad. ¡Qué amarga! ¡Cómo ha penetrado hasta tu corazón!" (Jeremiah 4:18)