Nueva Biblia Latinoamericana
y dijo: "Veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre de pie a la diestra de Dios." (Acts 7:56)
Entonces ellos gritaron a gran voz, y tapándose los oídos se lanzaron a una contra él. (Acts 7:57)
Echándolo fuera de la ciudad, comenzaron a apedrearlo; y los testigos pusieron sus mantos a los pies de un joven llamado Saulo (Pablo). (Acts 7:58)
Y mientras lo apedreaban, Esteban invocaba al Señor y decía: "Señor Jesús, recibe mi espíritu."
Cayendo de rodillas, clamó en alta voz: "Señor, no les tomes en cuenta este pecado." Habiendo dicho esto, durmió (expiró). (Acts 7:60)
Y Saulo (Pablo) estaba de completo acuerdo con ellos en su muerte. En aquel día se desató una gran persecución en contra de la iglesia en Jerusalén, y todos fueron esparcidos por las regiones de Judea y Samaria, excepto los apóstoles. (Acts 8:1)
Algunos hombres piadosos sepultaron a Esteban y lloraron a gran voz por él. (Acts 8:2)

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A sermon by Dr. Roberto Miranda about doing Gods will and still suffering, emphasizing the importance of having a vision and commitment aligned with Gods plan, sanctifying and consecrating ourselves, and standing firm on the word of God in times of persecution.


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The pastor discusses the importance of doing Gods will and standing firm in the face of suffering and persecution, using the example of Stephen from the book of Acts.


Acts 7:59 - Cross Reference

En Tu mano encomiendo mi espíritu; Tú me has redimido, oh SEÑOR, Dios de verdad. (Psalm 31:5)
Y SUCEDERA QUE TODO AQUEL QUE INVOQUE EL NOMBRE DEL SEÑOR SERA SALVO.' (Acts 2:21)
Y ahora, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados invocando Su nombre.' (Acts 22:16)
Porque no hay distinción entre Judío y Griego, pues el mismo Señor es Señor de todos, abundando en riquezas para todos los que Le invocan; (Romans 10:12)
y aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan Tu nombre." (Acts 9:14)
Y todo aquél que invoque el nombre del SEÑOR Será salvo; Porque en el Monte Sion y en Jerusalén Habrá salvación, Como ha dicho el SEÑOR, Y entre los sobrevivientes estarán los que el SEÑOR llame. (Joel 2:32)
Y Jesús, clamando a gran voz, dijo: "Padre, EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPIRITU." Habiendo dicho esto, expiró. (Luke 23:46)
Y todos los que lo escuchaban estaban asombrados y decían: "¿No es éste el que en Jerusalén destruía a los que invocaban este nombre, y el que había venido aquí con este propósito: para llevarlos atados ante los principales sacerdotes?" (Acts 9:21)
a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los que han sido santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos, con todos los que en cualquier parte invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro: (1 Corinthians 1:2)