Nueva Biblia Latinoamericana
Fue por ese tiempo que Moisés nació. Era hermoso a la vista de Dios, y fue criado por tres meses en la casa de su padre. (Acts 7:20)
Después de ser abandonado para morir, la hija de Faraón se lo llevó y lo crió como su propio hijo. (Acts 7:21)
Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los Egipcios, y era un hombre poderoso en palabras y en hechos. (Acts 7:22)
Pero cuando iba a cumplir la edad de cuarenta años, sintió en su corazón el deseo de visitar a sus hermanos, los Israelitas.
Al ver que uno de ellos era tratado injustamente, lo defendió y vengó al oprimido, matando al Egipcio. (Acts 7:24)
Pensaba que sus hermanos entendían que Dios les estaba dando libertad (salvación) por medio de él, pero ellos no entendieron. (Acts 7:25)
Al día siguiente se les presentó, cuando dos de ellos reñían, y trató de poner paz entre ellos, diciendo: 'Varones, ustedes son hermanos, ¿por qué se hieren el uno al otro?' (Acts 7:26)

Other publications related to "Acts 7:23":

Dr. Roberto Miranda
Good seed, but bad soil
A discussion on the story of the Hebrews and their journey to the Promised Land, focusing on the importance of having fertile ground for Gods blessings.


Faustino de Jesús Zamora Vargas
My god is wise
Exploring the concept of wisdom from a Christian perspective.


Acts 7:23 - Cross Reference

Porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar Su propósito: que tengan ellos un propósito unánime, y den su reino a la bestia hasta que las palabras de Dios se cumplan. (Revelation 17:17)
Por la fe Moisés, cuando ya era grande, rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón, (Hebrews 11:24)
Bendito sea el SEÑOR, Dios de nuestros padres, que ha puesto esto en el corazón del rey, para embellecer la casa del SEÑOR que está en Jerusalén, (Ezra 7:27)
Después de algunos días Pablo dijo a Bernabé: "Volvamos y visitemos a los hermanos en todas las ciudades donde hemos proclamado la palabra del Señor, para ver cómo están." (Acts 15:36)
Como canales de agua es el corazón del rey en la mano del SEÑOR; El lo dirige donde le place. (Proverbs 21:1)
Así que, amados míos, tal como siempre han obedecido, no sólo en mi presencia, sino ahora mucho más en mi ausencia, ocúpense en su salvación con temor y temblor. (Philippians 2:12)
Entonces se levantaron los jefes de las casas paternas de Judá y de Benjamín, y los sacerdotes y los Levitas, y todos aquéllos cuyo espíritu Dios había movido a subir para edificar la casa del SEÑOR que está en Jerusalén. (Ezra 1:5)
Moisés se fue y volvió a casa de su suegro Jetro, y le dijo: "Te ruego que me dejes ir para volver a mis hermanos que están en Egipto, y ver si aún viven." "Ve en paz," le contestó Jetro. (Exodus 4:18)
Sabiendo yo, Dios mío, que Tú pruebas el corazón y Te deleitas en la rectitud, yo he ofrecido voluntariamente todas estas cosas en la integridad de mi corazón; y ahora he visto con alegría a Tu pueblo, que está aquí, hacer sus ofrendas a Ti voluntariamente. (1 Chronicles 29:17)
En el primer año de Ciro, rey de Persia, para que se cumpliera la palabra del SEÑOR por boca de Jeremías, el SEÑOR movió el espíritu de Ciro, rey de Persia, y éste hizo proclamar por todo su reino y también por escrito: (Ezra 1:1)
Pero gracias a Dios que pone la misma solicitud por ustedes en el corazón de Tito. (2 Corinthians 8:16)
Todos los Israelitas, tanto hombres como mujeres, cuyo corazón los movía a traer algo para toda la obra que el SEÑOR había ordenado por medio de Moisés que se hiciera, trajeron una ofrenda voluntaria al SEÑOR. (Exodus 35:29)
También sobre Judá estuvo la mano de Dios para darles un solo corazón a fin de hacer lo que el rey y los príncipes ordenaron conforme a la palabra del SEÑOR. (2 Chronicles 30:12)
Y todo aquél a quien impulsó su corazón y todo aquél a quien movió su espíritu, vino y trajo la ofrenda del SEÑOR para la obra de la tienda de reunión, para todo su servicio y para las vestiduras santas. (Exodus 35:21)
Toda buena dádiva y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, con el cual no hay cambio ni sombra de variación. (James 1:17)
En aquellos días, crecido ya Moisés, salió a donde sus hermanos y vio sus duros trabajos (sus cargas). Vio a un Egipcio golpeando a un Hebreo, a uno de sus hermanos. (Exodus 2:11)