Nadie Me la quita, sino que Yo la doy de Mi propia voluntad. Tengo autoridad para darla, y tengo autoridad para tomarla de nuevo. Este mandamiento recibí de Mi Padre."
(John 10:18)Volvió a surgir una división entre los Judíos por estas palabras.
(John 10:19)Y muchos de ellos decían: "Tiene un demonio y está loco. ¿Por qué Le hacen caso?"
(John 10:20)Otros decían: "Estas no son palabras de un endemoniado. ¿Puede acaso un demonio abrir los ojos de los ciegos?"
En esos días se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación.
(John 10:22)Era invierno, y Jesús andaba por el templo, en el pórtico de Salomón.
(John 10:23)Entonces los Judíos Lo rodearon, y Le decían: "¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si Tú eres el Cristo (el Mesías), dínoslo claramente."
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John 10:21 - Cross Reference
Desde el principio jamás se ha oído decir que alguien abriera los ojos a un ciego de nacimiento.
(John 9:32)El oído que oye y el ojo que ve, Ambos los ha hecho el SEÑOR.
(Proverbs 20:12)El SEÑOR abre los ojos a los ciegos, El SEÑOR levanta a los caídos, El SEÑOR ama a los justos.
(Psalm 146:8)Y el SEÑOR le dijo: "¿Quién ha hecho la boca del hombre? ¿O quién hace al hombre mudo o sordo, con vista o ciego? ¿No soy Yo, el SEÑOR?
(Exodus 4:11)Entonces se abrirán los ojos de los ciegos, Y los oídos de los sordos se destaparán.
(Isaiah 35:5)los CIEGOS RECIBEN LA VISTA y los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos son resucitados y a los POBRES SE LES ANUNCIA EL EVANGELIO (LAS BUENAS NUEVAS).
(Matthew 11:5)El que hizo el oído, ¿acaso no oye? El que dio forma al ojo, ¿acaso no ve?
(Psalm 94:9)Habiendo dicho esto, escupió en tierra, e hizo barro con la saliva y le untó el barro en los ojos al ciego,
(John 9:6)Se extendió Su fama por toda Siria; y traían a El todos los que estaban enfermos, afectados con diversas enfermedades y dolores, los endemoniados, epilépticos y paralíticos, y El los sanaba.
(Matthew 4:24)Entonces los magos (sacerdotes adivinos) dijeron a Faraón: "Este es el dedo de Dios." Pero el corazón de Faraón se endureció y no los escuchó, tal como el SEÑOR había dicho.
(Exodus 8:19)