Después de los dos días, Jesús salió de allí para Galilea.
(John 4:43)Porque Jesús mismo dio testimonio de que a un profeta no se le honra en su propia tierra.
(John 4:44)Así que cuando llegó a Galilea, los Galileos Lo recibieron, pues habían visto todo lo que El hizo en Jerusalén durante la fiesta; porque ellos también habían ido a la fiesta.
(John 4:45)Entonces vino otra vez Jesús a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Y había allí cierto oficial del rey cuyo hijo estaba enfermo en Capernaúm.
Cuando él oyó que Jesús había venido de Judea a Galilea, fue a Su encuentro y Le suplicaba que bajara y sanara a su hijo, porque estaba al borde de la muerte.
(John 4:47)Jesús entonces le dijo: "Si ustedes no ven señales (milagros) y prodigios, no creerán."
(John 4:48)El oficial del rey Le dijo: "Señor, baja antes de que mi hijo muera."
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Cuando llegaron a la multitud, se acercó a Jesús un hombre, que arrodillándose delante de El, dijo:
(Matthew 17:14)Estaban juntos Simón Pedro, Tomás llamado el Dídimo (el Gemelo), Natanael de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos de Sus discípulos.
(John 21:2)Al tercer día se celebró una boda en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús;
(John 2:1)Entonces una mujer Cananea que había salido de aquella región, comenzó a gritar: "Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí; mi hija está terriblemente endemoniada."
(Matthew 15:22)porque tenía una hija única, como de doce años, que estaba al borde de la muerte. Pero mientras El iba, la muchedumbre Lo apretaba.
(Luke 8:42)Y el siervo de cierto centurión, a quien éste apreciaba mucho, estaba enfermo y a punto de morir.
(Luke 7:2)Hebrón, Rehob, Hamón y Caná, hasta la gran Sidón.
(Joshua 19:28)Me iré y volveré a Mi lugar Hasta que reconozcan su culpa y busquen Mi rostro; En su angustia Me buscarán con diligencia.
(Hosea 5:15)Invoca Mi nombre en el día de la angustia; Yo te libraré, y tú Me honrarás."
(Psalm 50:15)Cuando los hería de muerte, entonces Lo buscaban, Y se volvían y buscaban con diligencia a Dios;
(Psalm 78:34)Mientras Jesús les decía estas cosas, vino un oficial de la sinagoga y se postró delante de El, diciendo: "Mi hija acaba de morir; pero ven y pon Tu mano sobre ella, y vivirá."
(Matthew 9:18)