Pero El, pasando por en medio de ellos, se fue.
(Luke 4:30)Jesús descendió a Capernaúm, ciudad de Galilea, y les enseñaba en los días de reposo.
(Luke 4:31)Todos se admiraban de Su enseñanza porque Su mensaje (palabra) era con autoridad.
(Luke 4:32)Y había en la sinagoga un hombre poseído por el espíritu de un demonio inmundo, y gritó a gran voz:
Déjanos. ¿Qué tienes que ver con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién Tú eres: el Santo de Dios."
(Luke 4:34)Jesús entonces lo reprendió, diciendo: "¡Cállate y sal de él!" Y después que el demonio lo derribó en medio de ellos, salió de él sin hacerle ningún daño.
(Luke 4:35)Todos se quedaron asombrados, y discutían entre sí: "¿Qué mensaje es éste? Porque con autoridad y poder manda a los espíritus inmundos y salen."
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En ese momento estaba en la sinagoga de ellos un hombre con un espíritu inmundo, el cual comenzó a gritar:
(Mark 1:23)