Porque ninguna cosa será imposible para Dios."
(Luke 1:37)Entonces María dijo: "Aquí tienes a la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra." Y el ángel se fue de su presencia.
(Luke 1:38)En esos días María se levantó y fue apresuradamente a la región montañosa, a una ciudad de Judá;
(Luke 1:39)y entró en casa de Zacarías y saludó a Elisabet.
Cuando Elisabet oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo,
(Luke 1:41)y exclamó a gran voz: "¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!
(Luke 1:42)¿Por qué me ha acontecido esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí?
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