Nueva Biblia Latinoamericana
Iban por el camino subiendo a Jerusalén, y Jesús iba delante de ellos. Los discípulos estaban perplejos, y los que Lo seguían tenían miedo. Y tomando aparte de nuevo a los doce, comenzó a decirles lo que Le iba a suceder: (Mark 10:32)
Ahora subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, y Lo condenarán a muerte y Lo entregarán a los Gentiles. (Mark 10:33)
Se burlarán de El y Le escupirán, Lo azotarán y Lo matarán, y tres días después resucitará." (Mark 10:34)
Jacobo (Santiago) y Juan, los dos hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús, diciendo: "Maestro, queremos que hagas por nosotros lo que te pidamos."
¿Qué quieren que haga por ustedes?" les preguntó. (Mark 10:36)
Ellos Le dijeron: "Concédenos que en Tu gloria nos sentemos uno a Tu derecha y el otro a Tu izquierda." (Mark 10:37)
Jesús les dijo: "Ustedes no saben lo que piden. ¿Pueden beber la copa que Yo bebo, o ser bautizados con el bautismo con que soy bautizado?" (Mark 10:38)

Other publications related to "Mark 10:35":

Isaías Rivera
serve with joy
The author discusses the importance of serving others without seeking recognition or fame, and emphasizes the need for humility and a servant heart. Personal stories and examples are shared, along with encouragement for forgiveness and unity in serving others.


Dr. Roberto Miranda
You cannot reach greatness without first going through the desert
Dr. Roberto Miranda discusses the path to greatness, which involves going through a process of breaking and pruning, being tested and humiliated, and understanding who we are with total humility. We cannot reach greatness without first going through the desert and cannot get to Resurrection Sunday without going through Crucifixion Friday.


Mark 10:35 - Cross Reference

Y no permitió que nadie fuera con El sino sólo Pedro, Jacobo (Santiago) y Juan, hermano de Jacobo. (Mark 5:37)
Cuando la mujer de Tecoa habló al rey, cayó sobre su rostro en tierra, y postrándose, dijo: "¡Ayúdeme, oh rey!" (2 Samuel 14:4)
Ahora yo le hago una petición, no me la niegue." "Habla," le dijo ella. (1 Kings 2:16)
Tomó con El a Pedro, a Jacobo (Santiago) y a Juan, y comenzó a afligirse y a angustiarse mucho. (Mark 14:33)
Yendo un poco más adelante, Jesús vio a Jacobo (Santiago), el hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, los cuales estaban también en la barca, remendando las redes. (Mark 1:19)
Seis días después, Jesús tomó con El a Pedro, a Jacobo (Santiago) y a Juan, y los llevó a ellos solos a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos. (Mark 9:2)
Entonces se acercó a Jesús la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, y postrándose ante El, Le pidió algo. (Matthew 20:20)
Entonces ella dijo: "Te hago una pequeña petición; no me la niegues." "Pide, madre mía, porque no te la negaré," le dijo el rey. (1 Kings 2:20)