Y Jesús les dijo: "No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes y en su casa." (Mark 6:4)

Y no pudo hacer allí ningún milagro; sólo sanó a unos pocos enfermos sobre los cuales puso Sus manos. (Mark 6:5)

Estaba maravillado de la incredulidad de ellos. Y recorría las aldeas de alrededor enseñando. (Mark 6:6)

Entonces Jesús llamó a los doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles autoridad (poder) sobre los espíritus inmundos;

y les ordenó que no llevaran nada para el camino, sino sólo un bordón; ni pan, ni alforja, ni dinero en el cinto; (Mark 6:8)

sino calzados con sandalias. "No lleven dos túnicas," les dijo. (Mark 6:9)

Y añadió: "Dondequiera que entren en una casa, quédense en ella hasta que salgan de la población. (Mark 6:10)

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Mark 6:7 - Cross Reference

Otorgaré autoridad a mis dos testigos, y ellos profetizarán por 1,260 días, vestidos de cilicio." (Revelation 11:3)

Entonces se encendió la ira del SEÑOR contra Moisés, y le dijo: "¿No está allí tu hermano Aarón, el Levita? Yo sé que él habla bien. Y además, ahora él sale a recibirte. Al verte, se alegrará en su corazón. (Exodus 4:14)

Más valen dos que uno solo, Pues tienen mejor pago por su trabajo. (Ecclesiastes 4:9)

Reuniendo Jesús a los doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios y para sanar enfermedades. (Luke 9:1)

Y estas señales acompañarán a los que han creído: en Mi nombre echarán fuera demonios, hablarán en nuevas lenguas; (Mark 16:17)

Después Jesús subió al monte, llamó a los que El quiso, y ellos vinieron a El. (Mark 3:13)

Cuando se hizo de día, llamó a Sus discípulos y escogió doce de ellos, a los que también dio el nombre de apóstoles: (Luke 6:13)

No se provean de oro, ni de plata, ni de cobre para llevar en sus cintos, (Matthew 10:9)

Vayan; miren que los envío como corderos en medio de lobos. (Luke 10:3)

Después de esto, el Señor designó a otros setenta, y los envió de dos en dos delante de El, a toda ciudad y lugar adonde El había de ir. (Luke 10:1)

Los setenta regresaron con gozo, diciendo: "Señor, hasta los demonios se nos sujetan en Tu nombre." (Luke 10:17)

Llamando a Sus doce discípulos, Jesús les dio poder (autoridad) sobre los espíritus inmundos para expulsarlos y para sanar toda enfermedad y toda dolencia. (Matthew 10:1)