Nueva Biblia Latinoamericana
Aquí estoy contra ti," declara el SEÑOR de los ejércitos. "Quemaré y reduciré a humo tus carros, la espada devorará tus leoncillos, arrancaré de la tierra tu presa, y no se oirá más la voz de tus mensajeros." (Nahum 2:13)
¡Ay de la ciudad sanguinaria, Toda llena de mentira y de pillaje, Que nunca cesa en su rapiña! (Nahum 3:1)
Chasquido de látigos, Ruido del crujir de ruedas, Galopar de caballos, Y saltar de carros; (Nahum 3:2)
Carga de caballería, Flamear de espadas, Fulgor de lanzas; Multitud de heridos, Montones de muertos, Innumerables cadáveres; Tropiezan en los cadáveres.
Todo por las muchas prostituciones de la ramera, La encantadora, la maestra de hechizos, Que seduce a las naciones con sus prostituciones Y a los pueblos con sus hechizos. (Nahum 3:4)
Aquí estoy contra ti," declara el SEÑOR de los ejércitos. "Levantaré tus faldas sobre tu rostro, Y mostraré a las naciones tu desnudez Y a los reinos tu vergüenza. (Nahum 3:5)
Echaré sobre ti inmundicias, Te haré despreciable, y haré de ti un espectáculo. (Nahum 3:6)

Other publications related to "Nahum 3:3":

Charles Spurgeon
No weapon forged against you will prosper
An article about the promise of the Lord that no weapon forged against his people will prosper and how slander and falsehoods will be turned to their honor.


Fabiana Manzewitsch
The strange work of the Lord
Reflection on the strange work of the Lord and how worship releases new strategies for his people.


Nahum 3:3 - Cross Reference

Por las calles corren furiosos los carros, Se precipitan por las plazas, Su aspecto es semejante a antorchas, Como relámpagos se lanzan. (Nahum 2:4)
Aconteció que aquella misma noche salió el ángel del SEÑOR e hirió a 185,000 en el campamento de los Asirios. Cuando los demás se levantaron por la mañana, vieron que todos eran cadáveres. (2 Kings 19:35)
Sobre los montes de Israel caerás, tú y todas tus tropas y los pueblos que están contigo. Te daré por comida a toda clase de ave de rapiña y a las bestias del campo. (Ezekiel 39:4)
Sus muertos serán arrojados, De sus cadáveres subirá el hedor, Y las montañas serán empapadas con su sangre. (Isaiah 34:3)
El sol y la luna se detuvieron en su sitio; A la luz de Tus flechas se fueron, Al resplandor de Tu lanza fulgurante. (Habakkuk 3:11)
Y salió el ángel del SEÑOR e hirió a 185,000 en el campamento de los Asirios. Cuando los demás se levantaron por la mañana, vieron que todos eran cadáveres. (Isaiah 37:36)
Expulsó, pues, al hombre; y al oriente del huerto del Edén puso querubines, y una espada encendida que giraba en todas direcciones para guardar el camino del árbol de la vida. (Genesis 3:24)
Recuerda que Asiria era un cedro en el Líbano De hermosas ramas y frondoso, de sombra abundante Y de elevada altura, Y su copa estaba entre las nubes. (Ezekiel 31:3)