Nueva Biblia Latinoamericana
Y sucederá que en aquel día Los montes destilarán vino dulce, Las colinas fluirán leche, Y por todos los arroyos de Judá correrán las aguas; Brotará un manantial de la casa del SEÑOR Y regará el Valle de Sitim. (Joel 3:18)
Egipto será una desolación, Y Edom será un desierto desolado, Por la violencia hecha a los hijos de Judá, En cuya tierra han derramado sangre inocente. (Joel 3:19)
Pero Judá será habitada para siempre, Y Jerusalén por todas las generaciones. (Joel 3:20)
Y Yo vengaré su sangre, que aún no he vengado, Pues el SEÑOR habita en Sion.
Palabras de Amós, que fue uno de los pastores de Tecoa, de lo que vio en visión acerca de Israel en días de Uzías, rey de Judá, y en días de Jeroboam, hijo de Joás, rey de Israel, dos años antes del terremoto. (Amos 1:1)
Amós dijo: "El SEÑOR ruge desde Sion, Y desde Jerusalén da Su voz; Los pastizales (rediles) de los pastores están de duelo, Y se seca la cumbre del Monte Carmelo." (Amos 1:2)
Así dice el SEÑOR: "Por tres transgresiones de Damasco, y por cuatro, No revocaré su castigo, Porque trillaron a Galaad con trillos de hierro. (Amos 1:3)

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Transforming lives, transforming the city (Isaiah 61:1-4)
The speaker discusses the process of rebuilding and spiritual transformation, emphasizing the importance of recognizing one's need for God and the power of the Holy Spirit. The passage from Isaiah 61 speaks about God's ability to restore and renew the things that have been lost, broken, or devastated in one's life, and how this restoration can lead to transformed people transforming cities. The good news is that God wins in the end.


Joel 3:21 - Cross Reference

Los libraré de todas sus inmundicias; llamaré al trigo y lo multiplicaré, y no traeré hambre sobre ustedes. (Ezekiel 36:29)
Cuando el Señor haya lavado la inmundicia de las hijas de Sion y haya limpiado la sangre derramada de en medio de Jerusalén con el espíritu del juicio y el espíritu abrasador, (Isaiah 4:4)
Entonces los rociaré con agua limpia y quedarán limpios; de todas sus inmundicias y de todos sus ídolos los limpiaré. (Ezekiel 36:25)
La ciudad tendrá 9,450 metros en derredor; y el nombre de la ciudad desde ese día será : 'el SEÑOR está allí.'" (Ezekiel 48:35)
Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: "El tabernáculo de Dios está entre los hombres, y El habitará entre ellos y ellos serán Su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos. (Revelation 21:3)
Todo el pueblo contestó: "¡Caiga Su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos!" (Matthew 27:25)
Entonces sabrán que Yo soy el SEÑOR su Dios, Que habito en Sion, Mi santo monte. Y Jerusalén será santa, Y los extranjeros no pasarán más por ella. (Joel 3:17)