Nueva Biblia Latinoamericana
No teman, bestias del campo, Porque los pastos del desierto han reverdecido, Porque el árbol ha dado su fruto, La higuera y la vid han producido en abundancia. (Joel 2:22)
Hijos de Sion, regocíjense Y alégrense en el SEÑOR su Dios; Porque El les ha dado la lluvia temprana (de otoño) para su vindicación, Y les ha hecho descender la lluvia, La lluvia temprana y la tardía (de primavera) como en el principio. (Joel 2:23)
Y las eras se llenarán de grano, Y las tinajas rebosarán de vino nuevo y de aceite virgen. (Joel 2:24)
Entonces los compensaré por los años En que devoraban la langosta, El pulgón, el saltón y la oruga, Mi gran ejército, que envié contra ustedes.
Tendrán mucho que comer y se saciarán, Y alabarán el nombre del SEÑOR su Dios, Que ha obrado maravillosamente con ustedes; Y nunca jamás será avergonzado Mi pueblo. (Joel 2:26)
Y sabrán que en medio de Israel estoy Yo, Y que Yo soy el SEÑOR su Dios Y no hay otro. Nunca jamás será avergonzado Mi pueblo. (Joel 2:27)
Y sucederá que después de esto, Derramaré Mi Espíritu sobre toda carne; Y sus hijos y sus hijas profetizarán, Sus ancianos soñarán sueños, Sus jóvenes verán visiones. (Joel 2:28)

Other publications related to "Joel 2:25":

Lilian Gutierrez
Close the umbrella - the latter rain is coming
A sermon about the latter rain, Gods provision and power, and spiritual battles from the book of Joel.


Charles Spurgeon
See the open sky
An article by Charles Spurgeon about the Lord providing rain and blessings for his people, and directing their hearts to His love through Jesus Christ.


Joel 2:25 - Cross Reference

Lo que dejó la oruga, lo comió la langosta; Lo que dejó la langosta, lo comió el pulgón; Y lo que dejó el pulgón, lo comió el saltón. (Joel 1:4)
Fortaleceré la casa de Judá Y la casa de José salvaré, Y los haré volver Porque Me he compadecido de ellos. Serán como si no los hubiera rechazado, Porque Yo soy el SEÑOR su Dios, y les responderé. (Zechariah 10:6)
Día de tinieblas y densas sombras, Día nublado y de densa oscuridad. Como la aurora sobre los montes, se extiende Un pueblo grande y poderoso; Nunca ha habido nada semejante a él, Ni tampoco lo habrá después Por años de muchas generaciones. (Joel 2:2)