Nueva Biblia Latinoamericana
Cada uno iba de frente hacia adelante; adondequiera que iba el espíritu, iban ellos, sin volverse cuando andaban. (Ezekiel 1:12)
En medio de los seres vivientes había algo que parecía carbones encendidos en llamas, eran como antorchas que se lanzaban de un lado a otro entre los seres vivientes. El fuego resplandecía, y del fuego salían rayos. (Ezekiel 1:13)
Y los seres vivientes corrían de un lado a otro como el fulgor del relámpago. (Ezekiel 1:14)
Miré a los seres vivientes, y vi que había una rueda en la tierra junto a cada uno de los seres vivientes de cuatro caras.
El aspecto de las ruedas y su hechura era como el brillo del crisólito, y las cuatro tenían la misma forma; su aspecto y su hechura eran como si una rueda estuviera dentro de la otra rueda. (Ezekiel 1:16)
Cuando andaban, se movían en las cuatro direcciones, sin volverse cuando andaban. (Ezekiel 1:17)
Sus aros eran altos e imponentes, y los aros de las cuatro ruedas estaban llenos de ojos alrededor. (Ezekiel 1:18)

Other publications related to "Ezekiel 1:15":

Fanny Rodríguez
As we fix our gaze on God, we will be in His light
Learn how fixing our gaze on God can lead us to His light and experience His mercy and grace. Read about the authors personal experience in this inspiring article by Fanny Rodríguez.


Juan Carlos Alzamora
the lighthouse effect
The speaker discusses the importance of spiritual awakening and being a light to others, emphasizing the power of Gods Presence and the Holy Spirit. He encourages individuals to become worshipers and effective testimonies, and to embrace the reality of the Kingdom.


Ezekiel 1:15 - Cross Reference

Entonces miré, y vi cuatro ruedas junto a los querubines, cada rueda junto a cada querubín; el aspecto de las ruedas era como el brillo de una piedra de Tarsis. (Ezekiel 10:9)
Cuando los seres vivientes andaban, las ruedas se movían con ellos. Y cuando los seres vivientes se levantaban de la tierra, las ruedas también se levantaban. (Ezekiel 1:19)
El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo ser era semejante a un becerro; el tercer ser tenía el rostro como el de un hombre, y el cuarto ser era semejante a un águila volando. (Revelation 4:7)
A las ruedas se les llamó "torbellino," y yo lo oí. (Ezekiel 10:13)
Cada uno de ellos tenía cuatro caras, y cuatro alas. (Ezekiel 1:6)
Seguí mirando Hasta que se establecieron tronos, Y el Anciano de Días se sentó. Su vestidura era blanca como la nieve, Y el cabello de Su cabeza como lana pura, Su trono, llamas de fuego, Y sus ruedas, fuego abrasador. (Daniel 7:9)