Así eran sus caras. Sus alas se extendían por encima; con dos se tocaban entre sí y con dos cubrían su cuerpo.
(Ezekiel 1:11)
Cada uno iba de frente hacia adelante; adondequiera que iba el espíritu, iban ellos, sin volverse cuando andaban.
(Ezekiel 1:12)
En medio de los seres vivientes había algo que parecía carbones encendidos en llamas, eran como antorchas que se lanzaban de un lado a otro entre los seres vivientes. El fuego resplandecía, y del fuego salían rayos.
(Ezekiel 1:13)
Y los seres vivientes corrían de un lado a otro como el fulgor del relámpago.
Miré a los seres vivientes, y vi que había una rueda en la tierra junto a cada uno de los seres vivientes de cuatro caras.
(Ezekiel 1:15)
El aspecto de las ruedas y su hechura era como el brillo del crisólito, y las cuatro tenían la misma forma; su aspecto y su hechura eran como si una rueda estuviera dentro de la otra rueda.
(Ezekiel 1:16)
Cuando andaban, se movían en las cuatro direcciones, sin volverse cuando andaban.
(Ezekiel 1:17)
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Ezekiel 1:14 - Cross Reference
Cuando el ángel que hablaba conmigo se iba, otro ángel le salió al encuentro,
(Zechariah 2:3)
¿Pues quién ha despreciado el día de las pequeñeces? Estos siete se alegrarán cuando vean la plomada en la mano de Zorobabel; estos son los ojos del SEÑOR que recorren toda la tierra."
(Zechariah 4:10)
Porque así como el relámpago sale del oriente y resplandece hasta el occidente, así será la venida del Hijo del Hombre.
(Matthew 24:27)
Porque como el relámpago al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro extremo del cielo, así será el Hijo del Hombre en Su día.
(Luke 17:24)
Envía Sus órdenes a la tierra; Su palabra corre velozmente.
(Psalm 147:15)
Y entonces El enviará a los ángeles, y reunirá a Sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.
(Mark 13:27)
Y El enviará a Sus ángeles con UNA GRAN TROMPETA y REUNIRAN a Sus escogidos de los cuatro vientos, desde un extremo de los cielos hasta el otro.
(Matthew 24:31)
todavía estaba yo hablando en oración, cuando Gabriel, el hombre a quien había visto en la visión al principio, se me acercó, estando yo muy cansado, como a la hora de la ofrenda de la tarde.
(Daniel 9:21)