Nueva Biblia Latinoamericana
Estando él a la Puerta de Benjamín, había allí un capitán de la guardia que se llamaba Irías, hijo de Selemías, hijo de Hananías, el cual apresó al profeta Jeremías, diciéndole: "Tú vas a pasarte a los Caldeos." (Jeremiah 37:13)
Pero Jeremías dijo: "¡No es verdad! No voy a pasarme a los Caldeos." Sin embargo él no le hizo caso. Apresó, pues, a Jeremías y lo llevó a los oficiales. (Jeremiah 37:14)
Entonces los oficiales se enojaron contra Jeremías y lo azotaron, y lo encarcelaron en la casa del escriba Jonatán, la cual habían convertido en prisión. (Jeremiah 37:15)
Entró, pues, Jeremías en el calabozo, es decir, en la celda abovedada; y allí permaneció Jeremías muchos días.
El rey Sedequías envió a sacarlo, y en su palacio el rey le preguntó secretamente, y le dijo: "¿Hay palabra del SEÑOR?" "La hay," respondió Jeremías. Y añadió: "En manos del rey de Babilonia será entregado." (Jeremiah 37:17)
Dijo también Jeremías al rey Sedequías: "¿En qué he pecado contra usted, o contra sus siervos, o contra este pueblo para que me haya puesto en prisión? (Jeremiah 37:18)
¿Dónde, pues, están sus profetas que les profetizaban: 'El rey de Babilonia no vendrá contra ustedes ni contra esta tierra'? (Jeremiah 37:19)

Other publications related to "Jeremiah 37:16":

Charles Spurgeon
Our word will not return empty
An article by Charles Spurgeon titled Our word will not return empty about how every preacher and believer should aspire to be like Jeremiah, who was accepted by God for telling the truth and carrying out Gods work.


Marta Ramirez
In the worst moments of life God speaks a second time
The speaker shares a dream and discusses Jeremiah 33:1-9, encouraging listeners to trust in God and wait for His timing to bring healing and restoration.


Jeremiah 37:16 - Cross Reference

Silenciaron mi vida en la fosa, Pusieron piedra sobre mí. (Lamentations 3:53)
Invoqué Tu nombre, oh SEÑOR, Desde la fosa más profunda. (Lamentations 3:55)
Entonces el rey ordenó al etíope Ebed Melec: "Toma bajo tu mando tres hombres de aquí, y saca al profeta Jeremías de la cisterna antes que muera." (Jeremiah 38:10)
Porque la verdad es que yo fui secuestrado de la tierra de los Hebreos, y aun aquí no he hecho nada para que me pusieran en el calabozo." (Genesis 40:15)
Entonces ellos tomaron a Jeremías, y bajándolo con cuerdas lo echaron en la cisterna de Malaquías, hijo del rey, que había en el patio de la guardia. En la cisterna no había agua, sino lodo, así que Jeremías se hundió en el lodo. (Jeremiah 38:6)