Nueva Biblia Latinoamericana
Toma el cinturón que has comprado, que llevas a la cintura, y levántate, vete al Eufrates y escóndelo allá en una hendidura de la peña." (Jeremiah 13:4)
Fui, pues, y lo escondí junto al Eufrates como el SEÑOR me había mandado. (Jeremiah 13:5)
Después de muchos días el SEÑOR me dijo: "Levántate, vete al Eufrates y toma de allí el cinturón que te mandé que escondieras allá." (Jeremiah 13:6)
Fui, pues, al Eufrates y cavé, tomé el cinturón del lugar donde lo había escondido, y resultó que el cinturón estaba podrido; no servía para nada.
Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR: (Jeremiah 13:8)
Así dice el SEÑOR: 'De la misma manera haré que se pudra la soberbia de Judá y la gran soberbia de Jerusalén. (Jeremiah 13:9)
Este pueblo malvado, que rehúsa escuchar Mis palabras, que anda en la terquedad de su corazón y se ha ido tras otros dioses a servirles y a postrarse ante ellos, ha de ser como este cinturón que no sirve para nada. (Jeremiah 13:10)

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Jeremiah 13:7 - Cross Reference

Josué estaba vestido de ropas sucias, en pie delante del ángel. (Zechariah 3:3)
TODOS SE HAN DESVIADO, A UNA SE HICIERON INUTILES; NO HAY QUIEN HAGA LO BUENO, NO HAY NI SIQUIERA UNO. (Romans 3:12)
Todos nosotros somos como el inmundo, Y como trapo de inmundicia todas nuestras obras justas. Todos nos marchitamos como una hoja, Y nuestras iniquidades, como el viento, nos arrastran. (Isaiah 64:6)
Este pueblo malvado, que rehúsa escuchar Mis palabras, que anda en la terquedad de su corazón y se ha ido tras otros dioses a servirles y a postrarse ante ellos, ha de ser como este cinturón que no sirve para nada. (Jeremiah 13:10)
¿Se toma madera de ella para hacer alguna obra? ¿Se toma acaso una estaca de ella para colgar alguna vasija? (Ezekiel 15:3)
quien en otro tiempo te era inútil, pero ahora nos es útil a ti y a mí. (Philemon 1:11)
Después que Nabucodonosor, rey de Babilonia, desterró a Jeconías, hijo de Joacim, rey de Judá, y a los oficiales de Judá junto con los artesanos y herreros de Jerusalén, y los llevó a Babilonia, el SEÑOR me mostró dos cestas de higos colocadas delante del templo del SEÑOR. (Jeremiah 24:1)
Por tanto, buena es la sal, pero si aún la sal ha perdido su sabor, ¿con qué será sazonada? (Luke 14:34)