Así dice el SEÑOR de los ejércitos: "Consideren, llamen a las plañideras, que vengan; Envíen por las más hábiles, que vengan,
(Jeremiah 9:17)
Que se apresuren y eleven una lamentación por nosotros, Para que derramen lágrimas nuestros ojos Y fluya agua de nuestros párpados.
(Jeremiah 9:18)
Porque voz de lamentación se oye desde Sion: '¡Cómo hemos sido arrasados! En gran manera estamos avergonzados, Pues tenemos que abandonar la tierra, Porque han derribado nuestras moradas.'"
(Jeremiah 9:19)
Oigan, pues, mujeres, la palabra del SEÑOR, Y reciba el oído de ustedes la palabra de Su boca; Enseñen la lamentación a sus hijas Y la endecha cada una a su vecina.
Porque la muerte ha subido por nuestras ventanas, Ha entrado en nuestros palacios, Exterminando a los niños de las calles, A los jóvenes de las plazas.
(Jeremiah 9:21)
Así declara el SEÑOR: "Los cadáveres de los hombres caerán Como estiércol sobre la superficie del campo, Y como gavillas tras el segador Sin haber quien las recoja."
(Jeremiah 9:22)
Así dice el SEÑOR: "No se gloríe el sabio de su sabiduría, Ni se gloríe el poderoso de su poder, Ni el rico se gloríe de su riqueza;
(Jeremiah 9:23)
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Así dice el SEÑOR de los ejércitos: "Consideren, llamen a las plañideras, que vengan; Envíen por las más hábiles, que vengan,
(Jeremiah 9:17)
Recibe, te ruego, la instrucción (la ley) de Su boca, Y pon Sus palabras en tu corazón.
(Job 22:22)
Levántense, mujeres perezosas, Y oigan mi voz. Hijas confiadas, Presten oído a mi palabra.
(Isaiah 32:9)
Les daré muchachos por príncipes, Y niños caprichosos gobernarán sobre ellos.
(Isaiah 3:4)
Y seguía a Jesús una gran multitud del pueblo y de mujeres que lloraban y se lamentaban por El.
(Luke 23:27)
Además, dijo el SEÑOR: "Por cuanto las hijas de Sion son orgullosas Y caminan con el cuello erguido, y con ojos seductores, Dan pasitos cortos Para hacer tintinear los adornos en sus pies,
(Isaiah 3:16)