¡Cómo has caído del cielo, Oh lucero de la mañana, hijo de la aurora! Has sido derribado por tierra, Tú que debilitabas a las naciones.
(Isaiah 14:12)Pero tú dijiste en tu corazón: 'Subiré al cielo, Por encima de las estrellas de Dios levantaré mi trono, Y me sentaré en el monte de la asamblea, En el extremo norte.
(Isaiah 14:13)Subiré sobre las alturas de las nubes, Me haré semejante al Altísimo.'
(Isaiah 14:14)Sin embargo, serás derribado al Seol, A lo más remoto del abismo.
Los que te vean te observarán, Te contemplarán, y dirán: '¿Es éste aquel hombre que hacía temblar la tierra, Que sacudía los reinos,
(Isaiah 14:16)Que puso al mundo como un desierto, Que derribó sus ciudades, Que a sus prisioneros no abrió la cárcel?'
(Isaiah 14:17)Todos los reyes de las naciones, Todos ellos yacen con gloria, Cada uno en su sepulcro.
(Isaiah 14:18)Other publications related to "Isaiah 14:15":
Isaiah 14:15 - Cross Reference
Y la gente gritaba: "¡Voz de un dios y no de un hombre es ésta!"
(Acts 12:22)Y tú, Capernaúm, ¿acaso serás elevada hasta los cielos? ¡Hasta el Hades (región de los muertos) descenderás! Porque si los milagros que se hicieron en ti se hubieran hecho en Sodoma, ésta hubiera permanecido hasta hoy.
(Matthew 11:23)Y tú, Capernaúm, ¿acaso serás elevada hasta los cielos? ¡Hasta el Hades (la región de los muertos) serás hundida!
(Luke 10:15)Sus tumbas están en las partes más profundas de la fosa, y su multitud está alrededor de su tumba; todos ellos muertos, caídos a espada, los cuales infundían terror en la tierra de los vivientes.
(Ezekiel 32:23)Y la bestia fue apresada, junto con el falso profeta que hacía señales en su presencia, con las cuales engañaba a los que habían recibido la marca de la bestia y a los que adoraban su imagen. Los dos fueron arrojados vivos al lago de fuego que arde con azufre.
(Revelation 19:20)Y el día en que el SEÑOR te dé descanso de tu dolor, de tu desesperación y de la dura servidumbre a la que fuiste sometido,
(Isaiah 14:3)Te harán bajar al sepulcro, Y morirás con la muerte de los que mueren En el corazón de los mares.
(Ezekiel 28:8)