No hables a oídos del necio, Porque despreciará la sabiduría de tus palabras.
(Proverbs 23:9)
No muevas el lindero antiguo, Ni entres en la heredad de los huérfanos,
(Proverbs 23:10)
Porque su Redentor es fuerte; El defenderá su causa contra ti.
(Proverbs 23:11)
Aplica tu corazón a la instrucción Y tus oídos a las palabras del conocimiento.
No escatimes la disciplina del niño; Aunque lo castigues con vara, no morirá.
(Proverbs 23:13)
Lo castigarás con vara, Y librarás su alma del Seol.
(Proverbs 23:14)
Hijo mío, si tu corazón es sabio, Mi corazón también se me alegrará;
(Proverbs 23:15)
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Da oído a la sabiduría, Inclina tu corazón al entendimiento.
(Proverbs 2:2)
Por lo cual, desechando toda inmundicia y todo resto de malicia, reciban ustedes con humildad (mansedumbre) la palabra implantada, que es poderosa para salvar sus almas.
(James 1:21)
Y vienen a ti como viene el pueblo, y se sientan delante de ti como pueblo Mío, oyen tus palabras y no las cumplen sino que siguen los deseos sensuales expresados por su boca, y sus corazones andan tras sus ganancias.
(Ezekiel 33:31)
Hijo mío, presta atención a mi sabiduría, Inclina tu oído a mi prudencia,
(Proverbs 5:1)
Escucha, hijo mío, y sé sabio, Y dirige tu corazón por el buen camino.
(Proverbs 23:19)
Inclina tu oído y oye las palabras de los sabios, Y aplica tu corazón a mi conocimiento;
(Proverbs 22:17)
Entonces Jesús les dijo: "Por eso todo escriba que se ha convertido en un discípulo del reino de los cielos es semejante al dueño de casa que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas."
(Matthew 13:52)