El hombre perverso provoca pleitos, Y el chismoso separa a los mejores amigos.
(Proverbs 16:28)
El hombre violento provoca a su prójimo Y lo guía por camino que no es bueno.
(Proverbs 16:29)
El que guiña los ojos lo hace para tramar perversidades; El que aprieta los labios ya hizo el mal.
(Proverbs 16:30)
La cabeza canosa es corona de gloria, Y se encuentra en el camino de la justicia.
Mejor es el lento para la ira que el poderoso, Y el que domina su espíritu que el que toma una ciudad.
(Proverbs 16:32)
La suerte se echa en el regazo, Pero del SEÑOR viene toda decisión.
(Proverbs 16:33)
Mejor es un bocado seco y con él tranquilidad, Que una casa llena de banquetes con discordia.
(Proverbs 17:1)
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no obstante, por causa del amor que te tengo, te hago un ruego, siendo como soy, Pablo, anciano, y ahora también prisionero de Cristo Jesús:
(Philemon 1:9)
Hijo mío, no te olvides de mi enseñanza, Y tu corazón guarde mis mandamientos,
(Proverbs 3:1)
Y respondió Eliú, hijo de Baraquel el Buzita, y dijo: "Yo soy joven, y ustedes ancianos; Por eso tenía timidez y me atemorizaba declararles lo que pienso.
(Job 32:6)
Ahora, aquí está el rey que va delante de ustedes. Yo ya soy viejo y lleno de canas, y mis hijos son parte suya. Yo he andado delante de ustedes desde mi juventud hasta hoy.
(1 Samuel 12:2)
Delante de las canas te pondrás en pie; honrarás al anciano, y a tu Dios temerás (reverenciarás). Yo soy el SEÑOR.
(Leviticus 19:32)
Ahora, Señor, permite que Tu siervo se vaya En paz, conforme a Tu palabra;
(Luke 2:29)
La gloria de los jóvenes es su fuerza, Y la honra de los ancianos, sus canas.
(Proverbs 20:29)
Y David bendijo al SEÑOR en presencia de toda la asamblea, y dijo: "Bendito eres, oh SEÑOR, Dios de Israel, nuestro padre por los siglos de los siglos.
(1 Chronicles 29:10)
Mejor es un joven pobre y sabio Que un rey viejo y necio, Que ya no sabe recibir consejos (instrucción).
(Ecclesiastes 4:13)
Corona de los ancianos son los nietos, Y la gloria de los hijos son sus padres.
(Proverbs 17:6)
José trajo a su padre Jacob y lo presentó a Faraón. Jacob bendijo a Faraón.
(Genesis 47:7)
Ambos eran justos delante de Dios, y se conducían intachablemente en todos los mandamientos y preceptos del Señor.
(Luke 1:6)