No se da paja a sus siervos, sin embargo, siguen diciéndonos: 'Hagan ladrillos.' Y además sus siervos son azotados. Pero la culpa es de su pueblo." (Exodus 5:16)

Pero él contestó: "Son perezosos, muy perezosos. Por eso dicen: 'Déjanos ir a ofrecer sacrificios al SEÑOR.' (Exodus 5:17)

Ahora pues, vayan y trabajen. Pero no se les dará paja, sin embargo, deben entregar la misma cantidad de ladrillos." (Exodus 5:18)

Los jefes de los Israelitas se dieron cuenta de que estaban en dificultades, cuando les dijeron: "No deben disminuir su cantidad diaria de ladrillos."

Al salir de la presencia de Faraón, se encontraron con Moisés y Aarón, que los estaban esperando, (Exodus 5:20)

y les dijeron: "Mire el SEÑOR sobre ustedes y los juzgue, pues nos han hecho odiosos ante los ojos de Faraón y ante los ojos de sus siervos, poniéndoles una espada en la mano para que nos maten." (Exodus 5:21)

Entonces Moisés se volvió al SEÑOR, y dijo: "Oh Señor, ¿por qué has hecho mal a este pueblo? ¿Por qué me enviaste? (Exodus 5:22)

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Entonces yo me volví y observé todas las opresiones que se cometen bajo el sol: Y vi las lágrimas de los oprimidos, Y no tenían quien los consolara; En mano de sus opresores estaba el poder, Y no tenían quien los consolara. (Ecclesiastes 4:1)

Si ves la opresión del pobre y la negación del derecho y de la justicia en la provincia, no te sorprendas del hecho, porque un oficial vigila sobre otro oficial, y hay oficiales superiores sobre ellos. (Ecclesiastes 5:8)

Porque el SEÑOR vindicará a Su pueblo Y tendrá compasión de Sus siervos, Cuando vea que su fuerza se ha ido, Y que nadie queda, ni siervo ni libre. (Deuteronomy 32:36)