El camino de los impíos es como las tinieblas, No saben en qué tropiezan.
(Proverbs 4:19)
Hijo mío, presta atención a mis palabras; Inclina tu oído a mis razones.
(Proverbs 4:20)
Que no se aparten de tus ojos; Guárdalas en medio de tu corazón.
(Proverbs 4:21)
Porque son vida para los que las hallan, Y salud para todo su cuerpo.
Con toda diligencia guarda tu corazón, Porque de él brotan los manantiales de la vida.
(Proverbs 4:23)
Aparta de ti la boca perversa Y aleja de ti los labios falsos.
(Proverbs 4:24)
Miren tus ojos hacia adelante, Y que tu mirada se fije en lo que está frente a ti.
(Proverbs 4:25)
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Será medicina para tu cuerpo Y alivio para tus huesos.
(Proverbs 3:8)
Oye, hijo mío, recibe mis palabras, Y muchos serán los años de tu vida.
(Proverbs 4:10)
Hay quien habla sin tino como golpes de espada, Pero la lengua de los sabios sana.
(Proverbs 12:18)
Entonces él me enseñaba y me decía: "Retenga tu corazón mis palabras, Guarda mis mandamientos y vivirás.
(Proverbs 4:4)
Pero ciertamente Yo le traeré salud y sanidad; los sanaré y les revelaré abundancia de paz y de verdad.
(Jeremiah 33:6)