Salmo de David. Oh SEÑOR, escucha mi oración, Presta oído a mis súplicas, Respóndeme por Tu fidelidad, por Tu justicia;
(Psalm 143:1)
Y no entres en juicio con Tu siervo, Porque no es justo delante de Ti ningún ser humano.
(Psalm 143:2)
Pues el enemigo ha perseguido mi alma, Ha aplastado mi vida contra la tierra; Me ha hecho morar en lugares tenebrosos, como los que hace tiempo están muertos.
(Psalm 143:3)
Por tanto, en mí está agobiado mi espíritu; Mi corazón está turbado dentro de mí.
Me acuerdo de los días antiguos; En todas Tus obras medito, Reflexiono en la obra de Tus manos.
(Psalm 143:5)
A Ti extiendo mis manos; Mi alma Te anhela como la tierra sedienta. (Selah)
(Psalm 143:6)
Respóndeme pronto, oh SEÑOR, porque mi espíritu desfallece; No escondas de mí Tu rostro, Para que no llegue yo a ser como los que descienden a la sepultura.
(Psalm 143:7)
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Plegaria de uno que sufre, cuando desmaya y expone su queja ante el SEÑOR. Oh SEÑOR, escucha mi oración, Y llegue a Ti mi clamor.
(Psalm 102:1)
Entonces las aguas nos hubieran cubierto, Un torrente hubiera pasado sobre nuestra alma,
(Psalm 124:4)
Caf. Mi alma desfallece por Tu salvación; En Tu palabra espero.
(Psalm 119:81)
Vuélvete a mí y tenme piedad, Porque estoy solitario y afligido.
(Psalm 25:16)
Desde los confines de la tierra Te invoco, cuando mi corazón desmaya. Condúceme a la roca que es más alta que yo.
(Psalm 61:2)
Cuando mi espíritu desmayaba dentro de mí, Tú conociste mi senda. En la senda en que camino Me han tendido una trampa.
(Psalm 142:3)
Me acuerdo de Dios, y me siento turbado; Me lamento, y mi espíritu desmaya. (Selah)
(Psalm 77:3)
Y estando en agonía, oraba con mucho fervor; y Su sudor se volvió como gruesas gotas de sangre, que caían sobre la tierra.
(Luke 22:44)
Porque mis días han sido consumidos en humo, Y como brasero han sido quemados mis huesos.
(Psalm 102:3)
Terror y temblor me invaden, Y horror me ha cubierto.
(Psalm 55:5)
Aun echarían suerte sobre los huérfanos, Y especularían con su amigo.
(Job 6:27)