Cuando comas del trabajo de tus manos, Dichoso serás y te irá bien.
(Psalm 128:2)
Tu mujer será como fecunda vid En el interior de tu casa; Tus hijos como plantas de olivo Alrededor de tu mesa.
(Psalm 128:3)
Así será bendecido el hombre Que teme al SEÑOR.
(Psalm 128:4)
El SEÑOR te bendiga desde Sion, Veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida,
Y veas a los hijos de tus hijos. ¡Paz sea sobre Israel!
(Psalm 128:6)
Cántico de ascenso gradual. "Muchas veces me han perseguido desde mi juventud," Que lo diga ahora Israel.
(Psalm 129:1)
Muchas veces me han perseguido desde mi juventud, Pero no han prevalecido contra mí.
(Psalm 129:2)
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Oren ustedes por la paz de Jerusalén: "Sean prosperados los que te aman.
(Psalm 122:6)
Contempla a Sion, ciudad de nuestras fiestas señaladas. Tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud, Tienda que no será plegada, Cuyas estacas no serán arrancadas nunca más, Ni rotas ninguna de sus cuerdas.
(Isaiah 33:20)
Bendito desde Sion sea el SEÑOR, Que mora en Jerusalén. ¡Aleluya!
(Psalm 135:21)
Que desde el santuario te envíe ayuda Y desde Sion te sostenga.
(Psalm 20:2)
Desde Sion te bendiga el SEÑOR, Que hizo los cielos y la tierra.
(Psalm 134:3)
Bendito el que viene en el nombre del SEÑOR; Desde la casa del SEÑOR los bendecimos.
(Psalm 118:26)
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.
(Ephesians 1:3)
Vendrán muchos pueblos, y dirán: "Vengan, subamos al monte del SEÑOR, A la casa del Dios de Jacob, Para que nos enseñe acerca de Sus caminos, Y andemos en Sus sendas." Porque de Sion saldrá la ley (la instrucción), Y de Jerusalén la palabra del SEÑOR.
(Isaiah 2:3)