Las riquezas de su casa se perderán; Serán arrasadas en el día de Su ira.
(Job 20:28)
Esta es la porción de Dios para el hombre impío, Y la herencia decretada por Dios para él."
(Job 20:29)
Entonces Job respondió:
(Job 21:1)
Escuchen atentamente mis palabras, Y que sea éste su consuelo para mí.
Tengan paciencia y hablaré; Y después que haya hablado, se podrán burlar.
(Job 21:3)
En cuanto a mí, ¿me quejo yo al hombre? ¿Y por qué no he de ser impaciente?
(Job 21:4)
Mírenme, y quédense atónitos, Y pongan la mano sobre su boca.
(Job 21:5)
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Por tanto, Job, oye ahora mi discurso, Y presta atención a todas mis palabras.
(Job 33:1)
Por tanto, debemos prestar mucha mayor atención a lo que hemos oído, no sea que nos desviemos.
(Hebrews 2:1)
He oído muchas cosas como éstas; Consoladores molestos son todos ustedes.
(Job 16:2)
¿Hasta cuándo estarán rebuscando palabras? Muestren entendimiento y entonces hablaremos.
(Job 18:2)
¿Te parecen poco los consuelos de Dios, Y la palabra hablada a ti con dulzura?
(Job 15:11)
Cuando se lo informaron a Jotam, fue y se paró en la cumbre del Monte Gerizim, y alzando su voz, clamó y les dijo: "Escúchenme, habitantes de Siquem, para que los oiga Dios.
(Judges 9:7)
Pon atención, Job, escúchame; Guarda silencio y déjame hablar.
(Job 33:31)
¿Por qué gastan dinero en lo que no es pan, Y su salario en lo que no sacia? Escúchenme atentamente, y coman lo que es bueno, Y se deleitará su alma en la abundancia.
(Isaiah 55:2)
Oigan, sabios, mis palabras, Y ustedes los que saben, préstenme atención.
(Job 34:2)
Pero quiero hablarle al Todopoderoso (Shaddai), Y deseo argumentar con Dios.
(Job 13:3)