Nueva Biblia Latinoamericana
El león perece por falta de presa, Y los cachorros de la leona se dispersan. (Job 4:11)
Una palabra me fue traída secretamente, Y mi oído percibió un susurro de ella. (Job 4:12)
Entre pensamientos inquietantes de visiones nocturnas, Cuando el sueño profundo cae sobre los hombres, (Job 4:13)
Me sobrevino un espanto, un temblor Que hizo estremecer todos mis huesos.
Entonces un espíritu pasó cerca de mi rostro, Y el pelo de mi piel se erizó. (Job 4:15)
Algo se detuvo, pero no pude reconocer su aspecto; Una figura estaba delante de mis ojos, Hubo silencio, después oí una voz: (Job 4:16)
¿Es el mortal justo delante de Dios? ¿Es el hombre puro delante de su Hacedor? (Job 4:17)

Other publications related to "Job 4:14":

Omar Soto
God whispers - can you hear him?
The author shares a personal experience of recognizing God's presence in the small moments of life and encourages the audience to seek the fullness of God's love and trust Him in difficult circumstances through the example of Elijah.


Dr. Roberto Miranda
Great faith in God and great disbelief of people who only look at the now
A discussion on the power of faith and the ability of God to change situations in an instant, as seen in the story of Elisha and the famine in Samaria. The author encourages the reader to trust in Gods will and purpose and prepare for a sudden and powerful move of the Holy Spirit to combat issues like homosexuality and corruption.


Job 4:14 - Cross Reference

Entonces Tú me asustas con sueños Y me aterrorizas con visiones. (Job 7:14)
Oí, y se estremecieron mis entrañas; A Tu voz temblaron mis labios. Entra podredumbre en mis huesos, Y tiemblo donde estoy. Tranquilo espero el día de la angustia, Al pueblo que se levantará para invadirnos. (Habakkuk 3:16)
Cuando Lo vi, caí como muerto a Sus pies. Y El puso Su mano derecha sobre mí, diciendo: "No temas, Yo soy el Primero y el Ultimo, (Revelation 1:17)
Mi carne se estremece por temor a Ti, Y de Tus juicios tengo miedo. (Psalm 119:120)
Al verlo, Zacarías se turbó, y el temor se apoderó de él. (Luke 1:12)
Daniel, hombre muy estimado, entiende las palabras que te voy a decir y ponte en pie, porque ahora he sido enviado a ti," me dijo. Cuando él me dijo estas palabras, me puse en pie temblando. (Daniel 10:11)
Entonces dije: "¡Ay de mí! Porque perdido estoy, Pues soy hombre de labios inmundos Y en medio de un pueblo de labios inmundos habito, Porque mis ojos han visto al Rey, el SEÑOR de los ejércitos." (Isaiah 6:5)
Ella se turbó mucho por estas palabras, y se preguntaba qué clase de saludo sería éste. (Luke 1:29)
El hombre es castigado también con dolor en su lecho, Y con queja continua en sus huesos, (Job 33:19)