Y el pórtico que estaba al frente del templo tenía la misma longitud que la anchura de la casa, 9 metros, y la altura, 120; y lo revistió por dentro de oro puro.
(2 Chronicles 3:4)
Recubrió el salón principal de madera de ciprés, la revistió de oro fino y la adornó con palmas y cadenillas.
(2 Chronicles 3:5)
Adornó además la casa con piedras preciosas; y el oro era oro de Parvaim.
(2 Chronicles 3:6)
También revistió de oro la casa: las vigas, los umbrales, sus paredes y sus puertas; y esculpió querubines en las paredes.
Hizo asimismo la habitación del Lugar Santísimo; su longitud, correspondiente a la anchura de la casa, era de 9 metros, y su anchura era de 9 metros; la revistió de oro fino, que ascendía a 20.4 toneladas.
(2 Chronicles 3:8)
El peso de los clavos era de cincuenta siclos (570 gramos) de oro. También revistió de oro los aposentos altos.
(2 Chronicles 3:9)
Entonces hizo dos querubines de obra tallada en la habitación del Lugar Santísimo y los revistió de oro.
(2 Chronicles 3:10)
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Luego esculpió todas las paredes de la casa en derredor con grabados de figuras de querubines, palmeras y flores abiertas, tanto el santuario interior como el exterior.
(1 Kings 6:29)
Harás el tabernáculo con diez cortinas de lino fino torcido, y tela azul, púrpura y escarlata. Las harás con querubines, obra de hábil artífice.
(Exodus 26:1)
Y revestirás de oro las tablas, y harás de oro sus argollas por donde pasarán las barras. Revestirás de oro las barras.
(Exodus 26:29)
El santuario interior tenía 9 metros de largo, 9 metros de ancho y 9 metros de alto, y lo revistió de oro puro. El altar lo recubrió de cedro.
(1 Kings 6:20)
Cambiaron la belleza de Sus ornamentos en orgullo, y de ellos hicieron las imágenes de sus abominaciones y de sus cosas detestables; por tanto, haré que esto sea cosa abominable para ellos.
(Ezekiel 7:20)