Entonces Pedro, junto con Juan, fijando su vista en él, le dijo: "¡Míranos!"
(Hechos 3:4)
El los miró atentamente, esperando recibir algo de ellos.
(Hechos 3:5)
Pero Pedro le dijo: "No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy: en el nombre de Jesucristo el Nazareno, ¡anda!"
(Hechos 3:6)
Y tomándolo de la mano derecha, lo levantó; al instante sus pies y tobillos cobraron fuerza,
y de un salto se puso en pie y andaba. Entró al templo con ellos caminando, saltando y alabando a Dios.
(Hechos 3:8)
Todo el pueblo lo vio andar y alabar a Dios,
(Hechos 3:9)
y reconocieron que era el mismo que se sentaba a la puerta del templo, la Hermosa, a pedir limosna, y se llenaron de asombro y admiración por lo que le había sucedido.
(Hechos 3:10)
Otras publicaciones relacionadas con "Hechos 3:7":
Hechos 3:7 - Referencia Cruzada
Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó, y él se puso en pie.
(Marcus 9:27)
El le dio la mano y la levantó; y llamando a los santos (los creyentes) y a las viudas, la presentó viva.
(Hechos 9:41)
Tomando a la niña por la mano, le dijo: "Talita cum," que traducido significa: "Niña, a ti te digo, ¡levántate!"
(Marcus 5:41)
El se le acercó, y tomándola de la mano la levantó, y la fiebre la dejó; y ella les servía.
(Marcus 1:31)
Y puso las manos sobre ella, y al instante se enderezó y glorificaba a Dios.
(Lucas 13:13)