Dios paga en el cielo - pero en la tierra también
Dr. Roberto Miranda(Audio: Español)
RESUMEN:
La predicadora Dina Santamaría habla acerca del bautismo del Espíritu Santo en Hechos 1:5 y 8, explicando para qué sirve el Espíritu Santo y qué se establece a través de él. También comparte su experiencia en administrar negocios y cómo eso ha sido una bendición para ella y para los demás. La predicadora enfatiza la importancia de creer en las verdades de la Biblia para ser libres. Finalmente, ella habla acerca de su experiencia en el paraíso y cómo lo visitó tres veces.
En este discurso, la oradora habla sobre sus experiencias en el cielo y cómo cada persona tiene su propia relación con Dios. Dice que nadie tiene el derecho de decir quién está salvado y quién está condenado, y que las profecías deben ser confirmadas por el espíritu de la persona. También habla sobre su experiencia predicando en México y cómo al principio estaba enojada por tener que ir allí, pero al final se enamoró del país y de su gente. La oradora enfatiza que la unción de Dios no es solo para hacer milagros, sino para cumplir su voluntad.
La unción de Dios no es solo para volverse famoso o ganar dinero, sino para liberar a los oprimidos y dar esperanza a los pobres. La vida cristiana debe ser sencilla y centrada en el carácter de Cristo y el establecimiento del reino de Dios en la vida diaria. Dios se preocupa por los detalles de nuestra vida y nos bendice de maneras sorprendentes. Es importante tener equilibrio entre la obra de Dios, la familia y las relaciones personales. No debemos obsesionarnos con construir monumentos y edificios, sino buscar la gloria y honra de Dios en todo lo que hacemos.
El predicador habla sobre cómo la unción del Espíritu Santo no es para obtener beneficios personales, sino para servir a Dios y a los demás. También destaca que Dios tiene sentido del humor y conoce el final de la película, por lo que no está asustado por las situaciones de la vida. La unción cambió la vida de Pedro, quien estaba dispuesto a morir por Jesús pero terminó negándolo. La predicadora habla sobre la importancia de hacer lo que a uno le gusta y estar contento con ello, incluso si no es bien remunerado. La unción es para derramarla y conquistar naciones, y el predicador se cansa de ver la corrupción y la opresión en las naciones latinoamericanas y espera cambios positivos.
La unción de Dios es para conquistar naciones y cambiar el destino de la gente. Dios no se queda con nada, y la unción es para vivir en victoria y abundancia. La historia de una mujer que pasó de la miseria a ser dueña de una fábrica de botones demuestra cómo la unción puede traer prosperidad. La resurrección de Jesús es el mensaje más grande del evangelio, y las mujeres fueron las primeras en predicarlo. La política es del diablo, pero la iglesia ha perdido su destino al no involucrarse en ella. Es tiempo de que la iglesia despierte y entre en la unción gloriosa de Jesucristo.
El predicador habla sobre la necesidad de despertar a la iglesia y llevar la unción de Jesús para cambiar el destino de un país. También habla de la importancia de no conformarse y luchar por lo que se quiere, y de cómo Dios puede cambiar el nombre y la vida de una persona cuando se entrega a él. La predicadora comparte su propio testimonio de cómo buscó la unción de Dios y cómo esto cambió su vida. Finalmente, habla sobre cómo no somos el producto de nuestros padres, sino que somos responsables de su unión y de nuestra propia vida en Dios.
La predicadora Dina Santamaría habla sobre el perdón y la liberación de las heridas del pasado. Comparte su historia personal de ser la hija de un padre infiel y cómo Dios la usó para sanar vidas en todo el mundo. Exhorta a los oyentes a perdonar a sus padres y dejar ir el odio y la amargura. También habla sobre la transferencia de la unción financiera y la necesidad de dar con liberalidad. Termina con una oración de bendición y despedida.En estos últimos domingos hemos estando predicando una serie de sermones acerca del Espíritu Santo y de los dones del Espíritu Santo y la llenura del Espíritu Santo y hoy tenemos una predicadora evangelista, la predicadora Dina Santamaría, que para mi y a través de lo que yo he escuchado de ella, ejemplifica esa vida llena del Espíritu Santo, esa vida que fluye en el poder de Dios.
Y por eso creo que es atinado y es el tiempo del Señor que la tengamos a ella. Ella vino a predicar aquí a un congreso de mujeres este fin de semana y ha estado visitando varias iglesias. Nunca ha estado aquí en nuestra congregación así que para nosotros es un gran privilegio tenerla en esta tarde, denle un gran aplauso de bienvenida a ella.