El valor del padre como guía espiritual (Parte II. La Disciplina)
Faustino de Jesús Zamora VargasCuando David escribió el Salmo 23 no imaginó que ese cántico de alabanza trascendería el tiempo y llegaría a ser el más amado por la mayoría de los cristianos de todas las épocas. Entre ternuras y alabanzas al Señor, David dejó constancia de su estima por la disciplina de Dios.
“Su vara y su cayado me infundirán aliento” (Salmo 23.4). La vara era el instrumento del pastor para impartir disciplina cuando las ovejitas se salían del redil. Con la misma vara que el pastor protegía su manada de los peligros del camino y de los animales rapaces, así corregía también el rumbo de las que se descarriaban.