Cuando desciende el rocío, el maná desciende con él
Olga Martinez(Audio: Español)
RESUMEN:
En el libro de Oseas, Dios envía al profeta para llamar al pueblo de Israel de vuelta a Él, ya que estaban en decadencia política, religiosa y social. Oseas se casó con una mujer infiel para simbolizar la infidelidad del pueblo de Israel hacia Dios. El libro está dividido en cuatro partes, que hablan de la infidelidad, los pecados, los juicios y el amor perdonador de Dios. Oseas utiliza muchos símbolos para enseñar, como la nube de la mañana, la tarta a medio cocer, la paloma y el árbol. El rocío simboliza el amor poderoso, la provisión, la revelación y el poder de Dios. En resumen, el rocío nos refresca con el amor de Dios y nos da abundancia, provisión, bendición, revelación y poder.
La belleza del lirio es mencionada en Mateo 6:28-29 y Cantares 5:13 y 2:2. Los lirios crecen entre espinos, lo que significa que debemos ser un lirio entre los problemas de la vida. Debemos reflejar el aroma de Cristo y dejar una estela del perfume de Cristo donde quiera que vayamos. Debemos romper los patrones relacionales disfuncionales en nuestras familias y crecer como personas para reproducirnos a través del ejemplo. Debemos tener cuidado con las telarañas de las cosas ocultas, pensamientos ocultos, motivos ocultos, deseos ocultos e intenciones ocultas. También debemos tener cuidado con las telarañas emocionales, que pueden llevarnos a tener una vida llena de emociones o emociones bloqueadas. Debemos tener gozo al leer la palabra de Dios y tener una respuesta emotiva.
En este sermón, el predicador habla sobre el gozo de la salvación y la importancia de tener raíces firmes en Cristo. También habla sobre la telaraña de la imaginación y cómo puede afectar nuestra vida si no está sanada por la palabra de Dios. El predicador enfatiza la importancia de tener nuestras raíces bien arraigadas en Cristo para que podamos aguantar las tempestades de la vida y seguir haciendo la obra de Dios.
En este sermón se habla sobre la importancia de estar plantados en la casa de Dios y de tener nuestras ramas extendidas hacia fuera para ser fructíferos como el olivo. También se habla sobre el rocío de Dios y cómo para recibirlo debemos desearlo, pedirlo y estar en paz delante de Dios. Además, se menciona que el rocío no cae donde hay pleitos, divisiones, contienda o chismes, sino donde hay paz y unidad. El sermón termina con una invitación a dejar que el rocío de Dios nos revele aquellas áreas de nuestra vida que necesitan ser limpiadas y sanadas.
El mensaje habla sobre la importancia de pedirle a Dios que nos revele si llevamos el aroma de Cristo en nuestras vidas y en nuestras familias, y de entregarle todo aquello que nos impide llevar ese aroma. También se habla sobre la importancia de tener raíces firmes en Cristo, y de dejar todo aquello que nos afloja o nos impide estar plantados en la casa de Dios. Se pide a Dios que envíe su rocío refrescante sobre nuestras vidas y nuestras familias, trayendo bendición, abundancia y revelación.Permítame en esta mañana hacer de una manera muy general y muy a groso modo un poquito de la historia del libro de Oseas. La situación la vamos a enfocar unos 200 años desde el momento en que Oseas profetizó. Antes de Oseas, 10 de las 12 tribus de Israel se habían separado del reino davídico. Y estas 10 tribus que se habían separado habían hecho su propio reino y el dios que tenían era un becerro de oro. Dios envía a Elías, envía a Eliseo, envía a Amos para que el pueblo regrese a los caminos de Dios.
Pero ellos en lugar de eso cada vez entraban más en la idolatría. Cuando Dios envía a Oseas, a Oseas le toca vivir la época del rey Jerobeam II y le toca vivir una época en Israel donde el pecado estaba por encima. El pueblo de Israel tenía una decadencia total en todas las áreas, y en todas las esferas de su vida. Tenía decadencia política, tenía decadencia religiosa y tenía decadencia social.