El don de sanidad (Parte 2)

(Audio: Español)

RESUMEN: La vida cristiana es una vida de poder y la presencia del Espíritu Santo es esencial para navegar todas las situaciones de la vida. Dios ha provisto dones del Espíritu Santo para ayudarnos a llevar a cabo nuestras tareas y para que la iglesia pueda llevar a cabo las suyas. Cada cristiano tiene una manifestación del Espíritu Santo para su provecho. Los dones de sanidad son dados para que podamos hacer el trabajo de Dios en la tierra. Los dones pueden manifestarse en una forma concentrada y especializada en una persona o en cualquier creyente en cualquier momento. Debemos renovar nuestra mente en cuanto al don de la sanidad sobrenatural y no abandonar este recurso que tenemos en nuestras manos. Dios quiere moverse para sanar a los enfermos.

El pastor habla sobre la importancia de la sanidad en la vida de los creyentes y cómo Dios es el Dios de la sanidad en todas las áreas de la vida. Él dice que la iglesia necesita tener hambre de los dones sobrenaturales del Espíritu Santo para poder ver el avivamiento y la renovación de la iglesia. El pastor se refiere a la historia de Moisés y las aguas amargas, y cómo Dios puede sanar cualquier situación en la vida, incluyendo la enfermedad física, emocional y espiritual. Él hace un llamado a los creyentes a pedirle a Dios que renueve sus dones y a tener la expectativa de la sanidad. También habla sobre la importancia de tener una mente inocente y creer en la magia y los milagros de Dios.

En este sermón, el pastor habla sobre la importancia de creer en el poder sanador de Dios y la necesidad de activar los dones de sanidad en la iglesia. Él cita varios pasajes de la Biblia donde se habla de la naturaleza sanadora de Dios y declara sanidad sobre aquellos que levanten la mano y tengan fe. El pastor anima a los miembros de la iglesia a ser instrumentos de sanidad para otros y a avivar el fuego del don de Dios que está en ellos. El sermón termina con un coro que habla sobre el poder milagroso de Dios y la fe en recibir un milagro y ser transformado.

Siempre he tenido la intención de volver y continuar hablando del Espíritu Santo, de que la vida cristiana es una vida de poder. De hecho, la temática devocional, como dijimos esta tarde, ha sido poder, el poder de Dios y su intervención. Me encantó lo que decía allí, es un poquito más complicado, dice, ‘.... no es con fuerza ni poder sino con tu santo espíritu..’

Lo que habla de fuerza y poder es la fuerza humana. No es con espada ni con ejército, dice otra versión. No es con caballos, no es con los recursos humanos, es en el espíritu que el pueblo de Dios pelea sus batallas.