Dios te escogió

(Audio: Español)

RESUMEN: En este mensaje, el pastor habla sobre el patrón del milagro de la navidad y cómo se relaciona con nuestra jornada como discípulos de Jesucristo. Destaca que Dios escoge vasos ordinarios y frágiles, como María y José, para cumplir propósitos extraordinarios a través de ellos. El patrón es igual en ambos casos: Dios tiene un propósito de antemano y escoge un canal, un conducto. Lo único que él busca es un vaso disponible a través del cual canalizar el poder del Altísimo y cumplir sus propósitos. El patrón se completa cuando el Señor encuentra un vaso disponible, y el Espíritu Santo cubre al discípulo con su sombra. La clave para que el propósito de Dios en nuestras vidas se cumpla es nuestra disposición a rendir nuestra capacidad de mandarnos como quisiéramos y estar radicalmente entregados a los principios del Reino. El verdadero examen del discipulado está en cómo aplicamos estos principios en nuestra vida cotidiana.

El discipulado nos enseña principios para vivir en santidad, perdonar, resolver conflictos y usar nuestros dones para bendición del cuerpo de Cristo. Si no te ha pisado los callos, lo hará pronto para que crezcas. Oremos para que el Espíritu Santo nos cubra y nuestra vida sea fértil para cualquier propósito de Dios.

Vamos a la palabra del Señor. Es un privilegio estar aquí compartiendo con nuestros hermanos en este día de triunfo y pensando en el hecho de que en 8 días vamos a estar celebrando la navidad. Y estaba meditando sobre esta palabra. Es un texto muy navideño pero al examinarla más y más, mis hermanos, yo creo que tiene más que ver con su jornada de discipulado, nuestra jornada como discípulos de Jesucristo, que como la navidad. Es más, la navidad se encarna, mis hermanos, en nuestra jornada como discípulos.

Vamos a la palabra del Señor, Lucas, capítulo 1, versículo 34. Y mientras tanto permítame ir delante de la presencia del Señor, bendecirlos, bendecir este momento que hemos experimentado y mirar de una vez que es lo que tiene Dios delante de nosotros, qué tiene Dios preparado para nosotros. No solamente en esta noche pero lo que tiene él mientras vivamos. Padre, te damos gracias, gracias Señor por cada hermano que ha escogido seguirte, y gracias Señor por la belleza de esta noche, y gracias, Padre, por la belleza de esta palabra que vamos a compartir. Cúbrenos con tu nube, espíritu de Dios, vivifica esta palabra. Y Señor, mi petición es que cada uno de nosotros, cada hermano que oiga esta palabra al salir de aquí, Señor, a nuestras vidas, a la jornada, a la aventura que tu has escogido para nosotros, que sea, Señor, con un compromiso aún más fuerte de vivir en santidad y abrazar, Señor, los propósitos por los cuales tu nos has llamado en el nombre de Jesús.